En Chiclana, el presidente de la Asociación de Hostelería de la ciudad, Vittorio Canu, ha calificado las nuevas medidas del Gobierno central en relación con el ocio nocturno y los bares de copas de “un palo para el sector y un jarro de agua fría en pleno mes de agosto”.
En este sentido, Canu reconoce que la situación en determinados ámbitos relacionados con el ocio nocturno y la juventud estaba suponiendo un problema, al presentar determinados locales una masificación y unas condiciones que no eran lógicas ante la actual situación de crisis sanitaria, pero entiende que la solución adoptada no es la más adecuada para atajar la situación.
“No se puede decretar el cierre de este tipo de negocios sin haber intentado antes buscar otras soluciones menos drásticas, algo que viene derivado de la falta de controles que existe por parte de la administración para evitar que se produzcan estas situaciones de riesgo y que perjudica a los que sí han cumplido con la normativa establecida desde un principio”.
Asimismo, desde el colectivo empresarial se teme que las restricciones que también se han establecido en aspectos como el horario y el tabaco empeoren aún más los ya de por sí preocupantes datos que venía ofreciendo el presente verano en relación con este sector, cifrando en un 50% la bajada de ventas aproximadamente que se viene registrando respecto a otros veranos a causa de la actual crisis sanitaria.
“Será en estos próximos días cuando comprobemos el efecto real que tendrán estas nuevas medidas en el sector, para los que puedan seguir abiertos, al tiempo que esperamos que se fije algún tipo de compensación o ayudas para los que han tenido que cerrar sus puertas”, concluye el presidente de los hosteleros de Chiclana.
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