"La Plaza Mayor es una chapuza con un problema en su estructura"

"La Plaza Mayor es una más de las innumerables chapuzas que han realizado los distintos gobiernos socialistas, con el agravante de que esta actuación, que podría y debería haber sido estratégica para el desarrollo del centro histórico y turístico de la ciudad, arrastra un importante problema que está impidiendo que el aparcamiento subterráneo se pueda poner en marcha", manifestó ayer Ernesto Marín.

"Es evidente que, tal y como denuncié en su día", añadió, "las calles no soportan el tonelaje de antes de que se iniciara la actuación, mínimo que se contempla en el proyecto y que exigen los técnicos para dar el visto bueno a la actuación". "Ese", resaltó, "es el problema de fondo y que, al parecer, no sólo no se reconoce desde el Ayuntamiento, sino que se pretende subsanar con un refuerzo en superficie que, si cabe, va a incrementar el problema, ya que va a añadir más peso a la estructura interior, que es la que debería ser objeto de ese fortalecimiento".

Asimismo, Ernesto Marín criticó que, "el proyecto de la Plaza Mayor, como tantos otros, arrastra también innumerables deficiencias, caso del adoquinado, los muretes de las rampas de acceso y entrada o la caseta de uso peatonal, que son fruto de una gestión que no contemplaba nunca cómo acabar los proyectos".

"Todas esas chapuzas estéticas son las que nosotros exigimos en su día a la adjudicataria que subsanase y que ahora, con dinero de todos, parece que va a financiar el Ayuntamiento, algo del todo injustificable y, más aún , en tiempos de crisis".

"La realidad de todo esto", lamentó, "es que anunciaron nada más recuperar el poder que la culpa de que no se abriese el parking era del gobierno de Marín y que ellos lo iban a solucionar de inmediato. Y ahora, transcurridos casi seis meses de mandato de Román, no sólo no se abre, sino que no se reconocen los errores y se afrontan y, por tanto", resaltó, "se sigue asfixiando al comercio de la zona, que arrastra unas pérdidas irreparables".

Por último, Marín denunció el "daño estético" que se le ha realizado a esta zona de la ciudad y se comprometió a, "una vez recuperado el gobierno en 2011", reformar el edificio comercial, "que, por cierto, aún no ha vendido ni un metro cuadrado".