La Guardia Civil ha informado de la intensificación de sus inspecciones sobre el pescado con destino a los establecimientos hosteleros, que han permitido intervenir en Chiclana de la Frontera más de 200 kilogramos de distintas especies carentes de todo tipo de etiquetado ni garantías sanitarias.  

Según ha indicado la Benemérita en un comunicado, los hechos tuvieron lugar este martes, cuando agentes pertenecientes Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) realizaban un servicio de control de vehículos que pudieran transportar pescado con destino a los establecimientos hosteleros, que sobre todo en época estival ven aumentado el consumo de este tipo de productos.

Los agentes localizaron 219 kilogramos de pescado en el interior de recipientes de plástico no aptos para el transporte de alimentos que se transportaban en maleteros de turismos particulares, sin refrigerar y sin las oportunas garantías sanitarias para su consumo.

El destino de este material era la venta a restaurantes, bares y chiringuitos de la costa que "en ocasiones adquieren este tipo de género" que, una vez rota la cadena de frío, deja de ser apto para su consumo. Por tales hechos, los guardias civiles denunciaron a cinco personas que transportaban pescado y al propietario de un restaurante que tenía en su negocio tal mercancía.