Inma Salado: “Viajar me ayuda a entender y respetar el mundo en el que vivimos”

Chiclana

El 28 de noviembre, la chiclanera presenta su libro ‘La vuelta al mundo en 80+11 días’ en el Centro del Vino y la Sal

La chiclanera, en la Gran Muralla China.
Carmen Meléndez

18 de noviembre 2023 - 09:00

Decir que la chiclanera Inma Salado es una viajera incansable es quedarse corta, muy corta. Mauritania, Cabo Verde, Perú, Etiopía, Vietnam, Grecia, Turquía, Ucrania, Tailandia, Myanmar, Malasia, Singapur, Filipinas, China, Estados Unidos, México, Cuba… así hasta 62 son los países que ha visitado. Doce de ellos los ha conocido en su última hazaña, una experiencia que plasma en su libro ‘Diario de aventuras, La vuelta al mundo en 80+11 días’ y que presentará el próximo 28 de noviembre en el Centro del Vino y la Sal.

–¿Se define como ambientóloga, selmelier y viajera, ¿con cuál faceta se identifica más?

–Soy la suma de cada una de ellas y no me entiendo a mí misma si no las desarrollo todas. Curiosamente, he adquirido cada una de una forma diferente. Me licencié en Ciencias Ambientales, así que soy ambientóloga de formación.

He trabajado durante 15 años en una salina artesanal en Chiclana y también he visitado y trabajado en otras repartidas por diferentes países: Cabo Verde, Perú, Etiopía, Vietnam…por tanto, soy una experta en sales, selmelier. Y, por último, llevo más de 20 años viajando por todos los continentes, una inversión en mí misma, para ser una viajera experimentada y con mucho aprendizaje a mis espaldas.

Por tanto, estoy convencida que cada una de mis facetas se nutre de la otra, para hacer la mejor versión de mí.

–¿Cuántos países ha visitado?

–Mi primera salida al extranjero fue en 1998, para estudiar inglés en Reino Unido, estando todavía en el instituto. Pero es en 2002, cuando me inicie como aventurera en busca de tortugas marinas en Mauritania. A partir de ahí, ya no he podido parar de viajar. He visitado un total de 62 países. De los cuales, doce los hice en ‘La vuelta al mundo’: Grecia, Turquía, Ucrania, Tailandia, Myanmar, Malasia, Singapur, Filipinas, China, Estados Unidos, México y Cuba.

Inma Salado, en Bagan, Myanmar.

–’Diario de aventuras. La vuelta al mundo en 80+11 días’. ¿A qué se debe este título?

–Quería un título que fuese único para este diario de aventuras, dónde relato día a día las peripecias de mi viaje. De ahí, he hecho mi propia versión de ‘La vuelta al mundo en 80 días’, la conocida novela del escritor Jules Verne, publicada en 1872, en la que contaba las aventuras del británico Phileas Fogg y sus amigos. Al 80 le he añadido + 11 días, por ser mi número favorito, un número que me trae suerte, que significa sabiduría e intuición. En definitiva, un número que quería que estuviese presente en esta gran odisea.

–¿Y por qué sola?

Viajar acompañada te aporta muchas vivencias increíbles, porque puedes compartir momentos, conversar, te ayuda a tomar decisiones, se dividen gastos…

Pero, entonces, si tiene tantas ventajas ¿Por qué viajo sola? Pues, por varios motivos. Es complicado encontrar a una persona que pueda hacerlo en tus mismas fechas, que tenga parecida economía y que comparta los mismos intereses. En definitiva, no he coincidido con ese compañero de viaje. Aun así, es cierto que me ha aportado muchas cosas buenas y es importante entender que no es lo mismo viajar sola que sentirse sola.

Viajar sola me hace aprender a tener una capacidad más resolutiva y una mayor rapidez mental. También hace que me reinvente. Descubro cosas de mí que ni sabía que existían. Los logros los disfruto con mucha intensidad, porque han sido 100% fruto de mis decisiones.

Además, me ha permitido conocer gente maravillosa con historias increíbles. Y, sobre todo, te enseña a escucharte, a ver qué necesitas de verdad.

–Tal y como aparece en su libro, todo periplo comienza con un sueño, ¿cuál era el tuyo? ¿Cómo surgió la idea?

–Cada vez que sueño con algo, lo visualizo, lo estudio, lo analizo e intento que se convierta en realidad. Cuando me dije en voz alta: “Quiero dar la vuelta al mundo”, realmente no sabría decir con exactitud desde cuando esa idea estaba rondando en mi cabeza, pero sí sé que, en el instante en que surgió. ya solo tenía una opción: trabajar en que se hiciese realidad.

–¿Cómo diseñó el recorrido?

–Diseñar el recorrido de una vuelta al mundo es lo más fascinante que te puedes imaginar. Es sentir que tienes el mundo bajo tus pies y que puedes elegir los destinos que quieras para ir. Compré varios mapamundis mudos y comencé a diseñar infinidad de itinerarios, a la vez que indagaba las combinaciones de vuelos y precios. Unos países los elegí al azar y otros porque algo me llamaba la atención.

–¿Por qué esa inquietud viajera?

–Cuanto más miro el mapa, cuanto más viajo, más lugares quiero seguir conociendo. Viajar me da vida, me da una fuerza emocional, que las cosas materiales no me dan, me aumenta la creatividad y, sobre todo, me ayuda a entender y respetar el mundo en el que vivimos.

–¿Qué aprendizaje le ha dejado esta experiencia?

–Dar la vuelta al mundo sola te hace ser valiente, no es no tener miedos, sino cómo enfrentarte a ellos. Aprendes a relativizar los problemas, coges distancia y ves las cosas desde un enfoque diferente. Es una lección de vida.

–Un país o un lugar que le haya emocionado especialmente...

–Tras recorrer todos los continentes, te das cuenta de que elegir un único lugar en el mundo es complicado, porque en cada uno has tenido vivencias sorprendentes. Pero, recuerdo con cariño Costa Rica. Viví en la selva, nadé entre tiburones sin saberlo, extraje oro, fabriqué mi propia cabaña, pesqué entre cocodrilos, me enamoré de un tico… Por otro lado, está Hawái, una tierra que reúne todas mis pasiones; volcanes, mar, tortugas marinas, faros, buena gastronomía… Pero, sin lugar a dudas, me quedo con mi tierra: Chiclana.

La ambientóloga disfruta montada en la cabeza de un elefante.

–¿Qué lugar ocupa su ciudad de origen después de tanto viajar?

–Cuando viajas te enamoras de lugares, de momentos, de personas, pero, mis orígenes, siempre están en micorazón y estás con ganas de regresar a casa, Chiclana.

–¿Qué es lo más interesante de hacer una vuelta al mundo?

–Hacer ‘La vuelta al mundo’ es algo indescriptible, ya que te da la posibilidad de en un corto espacio de tiempo estar cambiando de economía, cultura, gastronomía, horario, idioma… Es sentir, oler, ver la esencia de cada lugar con una diferencia de horas.

–¿Próximo destino?

–Tengo muchos lugares en mente, pero ninguno aún fijado. La elección la hago dependiendo de cómo me siento en ese instante, de qué tengo ganas, de cuánto tiempo dispongo, de qué dinero me quiero gastar… es una incertidumbre. Próximamente, lo sabréis.

Educación Viajera

La chiclanera Inma Salado se encuentra, en la actualidad, inmersa en el proyecto ‘Educación Viajera: La vuelta al mundo’, con el que se muestra muy ilusionada. “La idea surge de la suma de todos mis conocimientos de más de veinte años trabajando con centros educativos y de mi experiencia en los viajes”, explica.

Esta iniciativa se plasma en talleres educativos, que se centran en la importancia de enseñar el conocimiento de las culturas del mundo. “Con dicho aprendizaje, cuando sean adolescentes o adultos y comiencen a viajar por trabajo u ocio, se sentirán más cómodos, valorarán mucho más la cultura del país al que viajen y respetarán sus costumbres, sin discriminar o menospreciar sus formas de vida”, detalla.

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