Arroz, lentejas, tomates, pastas, queso o azúcar reparten semanalmente los voluntarios de Cruz Roja en las instalaciones situadas junto al Puente Azul, donde las colas de familias necesitadas van en aumento al carecer de alimentos para llevar a casa.

El presidente de Cruz Roja en Chiclana, Antonio Piñero, afirma que desde hace dos años ha ido creciendo paulatinamente la demanda de alimentos conforme aumenta el número de desempleados en la ciudad, que ya se acerca a los 14.000.

Todos los viernes se contempla junto a las reseñadas instalaciones una larga fila de personas con carritos o bolsas dispuestas a recoger los productos alimenticios que, aproximadamente, les durarán entre dos y tres semanas.

Piñero quiso destacar la labor de Servicios Sociales, un área que deriva a los necesitados hasta la Cruz Roja para recibir los alimentos. Así, este proceso conlleva una mejor organización a la hora de atender a las muchas familias de la localidad que están padeciendo los peores efectos de la crisis económica.

Según Cruz Roja, en la actualidad se atienden semanalmente a unas 140 personas, quienes han solicitado la ayuda a través de Servicios Sociales para satisfacer necesidades básicas.

Alrededor de unos 30.000 kilos de alimentos es lo que recibe la Cruz Roja de Chiclana cada dos meses y medio para distribuirlos entre los más afectados por la crisis. Ahora esperan otro pedido previsto para antes de la Feria con objeto de continuar su labor.

Esos productos, según señaló Piñero, proceden del Fondo Español de Garantía Agraria, pero no se olvida de la inestimable la aportación de comida por parte de centros educativos, el Hogar del Pensionista, asociaciones vecinales, empresas y otros muchos colectivos de la localidad que muestran su cara más solidaria con los más necesitados.

Una trabajadora social es la que se encarga de enviar un mensaje telefónico a los solicitantes de las ayudas alimenticias para que se pasen por Cruz Roja a retirar la mercancía. De este modo, se evitan las improvisaciones y la desorganización a la hora de colmar las necesidades de tantas familias sin recursos económicos.

Tanto Cruz Roja como Cáritas reconocen que atraviesan una etapa nunca vista en la que sus convecinos necesitan de las ayudas sociales para subsistir. "Cada vez son más la gente que acuden a Cruz Roja", asegura Piñero, quien resalta el esfuerzo humano de los voluntarios de las ONGs, porque sin ellos no sería posible atender a cientos de familias desamparadas.