El Ayuntamiento planea adquirir en próximas fechas los terrenos en los que se ubica el vertedero de la finca La Victoria, punto en el que hasta finales de 2007 la ciudad depositaba sus basuras.

El objetivo de dicha operación de compra no es otro que disponer de unos terrenos con las condiciones idóneas para la construcción de la futura planta de tratamiento de residuos, una instalación que, ahora más si cabe, se antoja imprescindible para abaratar los elevados costes de traslado y tratamiento de basuras a los que viene haciendo frente la ciudad desde que se produjese el cierre del vertedero de La Victoria y que, a día de hoy, le ha ocasionado una deuda de 2,6 millones de euros.

Esta iniciativa, en la que, según comentó la propia delegada municipal de Medio Ambiente, María Jesús Castañeda, el actual equipo de gobierno viene trabajando desde hace unos meses, tendría carácter comarcal, ya que el Ayuntamiento pretende que esta nueva instalación de tratamiento de residuos sea referente para poblaciones vecinas con idéntico problema logístico y económico por el actual servicio, es decir: Conil, Vejer de la Frontera e incluso Barbate. Unas ciudades con cuyos responsables políticos ya se han mantenido algunos contactos para sondear sus opiniones respecto a la mencionada iniciativa chiclanera.

La intención del equipo de gobierno que encabeza José María Román pasa por, una vez adquiridos los terrenos de la finca La Victoria, solicitar el esfuerzo inversor de la Junta de Andalucía, concretamente de la Consejería de Medio Ambiente, para afrontar la construcción de la citada planta de tratamiento de residuos urbanos.

A tal objeto, el equipo de gobierno espera mantener una reunión en los próximos días con la delegada provincial de Medio Ambiente, María Gemma Araujo, a la que, además de dar cuenta del proyecto para la planta, se le solicitará el respaldo económico de la Junta.

La Delegación Provincial de Medio Ambiente ya mostró su negativa tanto a participar económicamente en el sellado del vertedero de La Victoria, aún pendiente, como en la posible construcción de una planta de tratamiento de residuos por el carácter privado de la finca motivo de ambas actuaciones, obstáculo que, en principio, quedaría salvado si finalmente el Ayuntamiento ejecuta ahora la mencionada operación de compra y se convierte en titular y propietario de dichos terrenos.

De ejecutarse dicha planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos, la localidad completaría su entramado de instalaciones destinadas a la recogida selectiva de los distintos materiales, ya que, a dicha infraestructura, hay que sumar la existente para los restos vegetales y de poda o las destinadas a los materiales de la construcción. Instalaciones a las que, además, se unen los actuales dos puntos limpios, a los que en breve se unirá un tercero.

En dicha planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos, instalaciones que cada día tienen una mayor presencia en España, se realizaría una criba de los desechos que permitiría, para su reciclado, la recuperación de vidrios, madera, metales, cartones y plásticos.

Por último, cabe apuntar que años atrás se planteó la posibilidad de construir una planta de transferencia de residuos pero no estaba dotada de servicio de tratamiento.