Francisco Rodríguez, presidente de Cáritas Arciprestal en Chiclana, explica que la idea principal es ayudar a las personas necesitadas, "no nos limitamos a dar una bolsa de comida, sino que las atendemos en todos los aspectos".

En la ciudad la cifra de familias que acuden a las seis parroquias de Cáritas asciende en la actualidad a unas 1.100. De un año a otro se ha multiplicado este número casi al doble de familias que buscan ayuda en esta entidad. "Durante la época estival ha bajado un poquito el número de personas necesitadas, se nota que hay más trabajo gracias a la temporada turística. Sin embargo, en navidades es cuando más gente atendemos", añade. Rodríguez explica que el tipo de persona vulnerable ha cambiado mucho, "antes eran personas mayores, pero ahora la mayoría son jóvenes entre 30 y 35 años, casados y con hijos. Son personas que han sido desahuciadas y viven en condiciones precarias", aclara.

El presidente de Cáritas comenta que en la localidad se realiza un curso para 24 mujeres jóvenes. Durante tres meses les enseñan el oficio que más le guste ya sea limpieza, atención al cliente, cocina, etc. Además, les preparan para salir al mundo laboral e incluso hacen prácticas en empresas. "Nosotros sufragamos todos los gastos del curso mediante una pequeña paga que reciben mensualmente". Señala que el resultado fue bastante bueno ya que casi la mitad de las participantes consiguieron un contrato de trabajo este verano y es por ello que esta iniciativa se repetirá en noviembre.

Por otra parte, el responsable de la entidad manifestó que la última ayuda que se llevado a cabo fue en junio. "Seleccionamos a 24 familias que recibirían una paga mensual para poder comprar los alimentos más imprescindibles", apostilla. Resalta que este tipo de ayudas están controladas a través de los tickets de compra, donde se comprueba que el gasto se ha realizado en comida de primera necesidad. "Este dinero no puede utilizar para adquirir otros artículos que no sean básicos", explica. Es más, estas familias acuden a unos cursos donde se les enseña a administrar el dinero, comprar con provecho, cocinar etc. Además, esta iniciativa se repetirá en septiembre con otro ciclo de familias.

Uno de los objetivos principales de Cáritas es el empleo. De hecho disponen de un tablón en la puerta de la entidad, en la calle Palomar, donde anuncian las ofertas de trabajo que van surgiendo. En concreto, los martes y jueves acuden dos técnicos especializados en temas laborales, quienes hacen una entrevista a los demandantes y escuchan sus problemas y necesidades. Así, elaboran una ficha y se pone en marcha un seguimiento para poder conseguirles un empleo.

Otro colectivo que se atiende con especial atención son las personas que viven en la calle, los denominados "sin techo". Rodríguez indica que estas personas acuden todas las mañanas a la entidad donde desayunan, se duchan y se les proporcionan ropa limpia. El objetivo es trabajar con ellos; es decir, escucharlos e intentar paliar su situación. "Si el problema fuese el alcohol, lo trasladamos a un centro de desintoxicación y una vez recuperado intentamos buscarles un trabajo", subraya Rodríguez.

Desde Cáritas se reconoce que se reciben numerosas ayudas de Servicios Sociales, entre ellas vales para comprar comida. Además, el Ayuntamiento subvenciona el local de El Palomar. Y otras instituciones privadas dan donativos. No obstante, admite la falta de dinero para poder atender las necesidades de todas las personas que acuden y es por ello que se establecen unos criterios básicos, "la prioridad la tienen siempre las familias sin ningún tipo de ingreso, en especial las que tienen niños", declara Rodríguez.