Carnaval

Una monstruosa noche de comparsas

El coro llega con el objetivo de apurar sus opciones de estar en la final de esta noche. Para ello canta un primer tango sobre la negociación con ETA en el que lamentan que los políticos, unos y otros, utilicen al pueblo como detonante de sus respectivas posturas. Creen que a nadie le interesa el final de la violencia, critican el chantaje de los terroristas con las huelgas de hambre o con la huelga de sangre con la que su entorno político trata de mendigar votos en unas elecciones. Arremeten, pues, contra los políticos, a los que acusan de tener al pueblo español pudriéndose dentro de un zulo.

Y tango valiente el segundo, que arranca en aquel mítico tango 'Una leyenda negra', del coro 'La Mascarada', para recordar que los tiempos han cambiado y aquella letra ya ha caducado. Dicen que la actual leyenda negra es no tener un sitio donde currar, ve a los hijos emigrar o contemplar cómo se va cerrando la Bahía. Y se quejan de que se califique de leyenda negra el corte del Puente por parte de un obrero y que, sin embargo, cuando sube el Cádiz, se corte durante diez horas. Concluyen sin tapujos: "Todo Cádiz es maricón cuando hay que luchar por su tierra".

Los cuplés son más flojitos y versan sobre las supuestas relaciones lésbicas de Tamara, la novia de Paquirrín, reveladas por el Tomate, y la reacción del hijo de la Pantoja, que dice que sólo son amigas, igual que su madre y María del Monte. El segundo es sobre la Wii y termina con su suegra saliendo por la ventana.

El popurrí sigue animando al Falla, que vuelve a presentar un excelente ambiente propio de una verdadera semifinal, y más unas horas antes de conoce el fallo más esperado.

Los activos fotógrafos de Braza no paran ni un solo momento sobre el escenario. Se meten en el tipo nada más salir y continúan en él entre copla y copla, lo que hace que el público no pierda hilo de lo que sucede sobre las tablas del Falla. La chirigota dedica su primer pasodoble al fútbol, a la violencia y el racismo que se vive en muchos de los campos adonde van a hace fotos. Así, mientras los radicales ensucian el deporte, en Carranza hay aficionados que transforman el cinismo y rencor de otros campos en la simple defensa de los colores de su equipo, y con el único objetivo de disfrutar. Por eso piden a los dirigentes del equipo que tengan más respeto con estos aficionados.

Bueno el segundo pasodoble, en el que hablan del mundo loco del Carnaval y de las rivalidades entre agrupaciones: se confunde pasiones tirando por tierra al contrario. No entienden cómo se le niega el aplauso y el ole a un pasodoble de bandera, por el simple hecho de haberlo escrito otro compañero. Al final, abogan por aplaudir las buenas letras.

Los cuplés, mejor el primero que el segundo, cuentan la extendida moda de hacer fotos con los móviles en las playas y colgarlas después en internet. Ellos hicieron una de Julio Pardo en Los Caños, pero no pudieron colgarla porque se caía del peso. En el otro cuentan maravillas de su GPS. Le dicen playa y les lleva a Valdelagrana; o Carranza y van al Fondo Sur. Un día su mujer dijo: vamos a tomar una copita y a echar un buen ratito, y el GPS les llevó al Don Tico.

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