La noche en que Hollywood entregó sus Oscars de la Academia, Cádiz quiso apuntarse un tanto y organizó su cabalgata más cinematográfica, un homenaje al séptimo arte cargado de simbolismo, desde el Viaje a la luna de George Méliès a los dinosaurios de Steven Spielberg, pasando mitos del celuloide como Charlot, El Gordo y El Flaco, los hermanos Marx, Gilda o una aterida Marilyn Monroe, que con el clásico modelito blanco que lució en La tentación vive arriba se paseó por la avenida gaditana como si los años no hubieran pasado por ella, como si anteayer le hubiera estado cantando a Jack Kennedy el cumpleaños feliz más sensual de la historia.

El desfile de ayer superó a sus predecesores en la confección de las carrozas, incluso en la novedad de algunos pasacalles y números interesantes. Eso hay que ponerlo en su haber, pero en el debe, como siempre, en el necesita mejorar de los maestros de ahora, hay que repetir que el arranque de la cabalgata, su prólogo, es esperpéntico. No se entiende muy bien por qué una cabalgata que se apellida magna tiene que ser encabezada por un maremagnum de grupos deslabazados, sin orden ni concierto. Esto cuando no se limitaba a un simple tránsito de grupos de personas disfrazadas que caminaban por la avenida. Ya, ya, se supone que no forma parte del cortejo oficial, pero el caso es que su recorrido comienza detrás de los vehículos que lo abren. Es más un divertimento para los grupos de charangas que hacen pasacalles que para los espectadores que se sitúan en los laterales de la vía principal de la ciudad.

Otro invitado habitual que no faltó a su cita ayer fue el viento de poniente y el frío. El solecito que calentaba las ganas de juerga por la mañanita se escondió nada más ver que los ciudadanos ocupaban sus sillas alquiladas y el biruji se hizo sentir, hasta el punto de que más de uno deseó enrollarse en serpentinas para ver si conseguía entrar en calor.

Eso sí. Es de valorar que en esta ocasión la puntualidad sí se cumplió. Teniendo en cuenta que es un espectáculo sobre todo dirigido a los más pequeños, alguna mente pensante del comité organizador acertó por fin a adelantar su arranque, pasando de las seis a las cinco. Así que a esa hora tan taurina comenzaron a desfilar los grupos, antes que nada algunos con aires latinoamericanos, como el denominado Ballet Folclórico Integración sin Fronteras, con sus danzas del otro lado del Atlántico.

En la cabalgata se pudo ver a menos grupos participantes en el COAC, aunque los vencedores en chirigotas y comparsas, 'Esto sí que es una chirigota' y 'La canción de Cádiz' respectivamente, sí que participaron en el desfile. También se pudo ver a componentes de la comparsa 'Los ocho emperaores' o la chirigota 'Los Quinteros'. En este descenso de grupos tiene mucho que ver la poca venta que se hace ya de CDs, una importante fuente de ingresos no hace tantos años, sobre todo en la década de los 90, cuando algunos grupos llegaban a vender más de 1.000 ejemplares en su discurrir por la avenida. Ahora las descargas por internet y las aplicaciones para móviles y tabletas donde están todos los repertorios han convertido a los CDs en material para románticos.

La cabalgata, dedicada al cine como ya hemos comentado, la abrió el actor Pepe Carabias a bordo de un descapotable con la mascota Cinesito a su lado. Los más jóvenes no recordarán a este hombre, muy popular en los 80 por su participación en diversos programas infantiles y su inconfundible voz.

Luego llegaron unos acróbatas circenses que se contorsionaron ante dos crías de leones que sirvieron de aperitivo para la primera de las grandes carrozas, dedicada a aquella magnífica película del maestro de las multitudes, Cecil B. DeMille, titulada El mayor espectáculo del mundo, y en la que viajaba un gran tigre enjaulado.

Luego una actriz hizo de Liza Minelli para cantar en play-back Cabaret ante la mirada de Gilda y la citada doble de Marilyn.

Y posteriormente llegaron los grandes protagonistas de este Carnaval, los pregoneros, los componentes de la chirigota del Love, que viajaban en una carroza de la Metro Goldwyn Mayer.

Dos de las tres películas con más Oscar en la historia del cine, 11 concretamente, 'El señor de los Anillos: El retorno del Rey' y 'Titanic' (la tercera es 'Ben-Hur') también tuvieron su carroza. Delante de los personajes de la Tierra Media de Tolkien pudimos disfrutar con orcos, elfos, hobbits e incluso Gandalf El Gris, que a lomos de un caballo blanco saludaba a los pequeños.

Los dinosaurios, esos bichos prehistóricos que siguen ejerciendo un poderoso embrujo en los humanos de 2 a 102 años milenios después de su extinción, protagonizaron la carroza titulada 'Jurasic Park', en honor a la película del Rey Midas de Hollywood.

Y también hubo espacio para personajes de Disney como el capitán Jack Sparrow y sus 'Piratas del Caribe', 'La Bella y la Bestia', Nemo o los protagonistas de la película 'Monstruos'.

En la última carroza, llamada Hollywood desfiló la Diosa del Carnaval 2014, Sara López, junto a sus ninfas.

Fue una cabalgata entretenida y que discurrió a un buen paso por la avenida. Podría decirse que progresa adecuadamente. Aunque algo más de organización al inicio no le vendría nada mal.