Carnaval

Manda la calle

  • Coros, chirigotas callejeras y formaciones de renombre se reparten los aplausos de gaditanos y foráneos · La intermitente lluvia no frenó a los aficionados a disfrutar de un Domingo de Coros que abarrotó el centro de Cádiz

Domingo de Carnaval. Manda la calle. Porfías de cantes por las esquinas. Bateas en la plaza, en la plaza nueva y restaurada. La estampa tradicional en formato superlativo. No cabía un alfiler en el mercado de Abastos y alrededores. Las callejeras deleitaban al público con estribillos frescos, los coros votaban desde las alturas, agrupaciones conocidas sorprendían entre la Torre de Tavira y la plaza de las Flores. Manda la calle. La calle bañada de moscatel y olorosos. La calle que mastica bocadillos de tortilla y pescaíto frito. La calle que, a veces, escucha y, a veces, no deja escuchar. Manda la calle, ni siquiera el cielo que nos castiga a ratos con el agua. Domingo de Carnaval en Cádiz.

Domingo que amanecía con la pesarosa resaca de la larga noche anterior. A las siete de la mañana los gaditanos, y con ellos miles de visitantes, se despedían de la larga noche del Sábado de Carnaval y desde la Caleta hasta Cortadura cientos de personas disfrazadas de encaminaban a sus casas, andando, en coche, en tren o en autobús, para descansar unas horas y volver a reencontrarse con la fiesta al mediodía, cuando estaba previsto que se iniciara el primero de los carruseles de coros.

Así, una curiosa fotografía se pudo ver sobre las nueve y media de la mañana en plena Plaza. Mientras todavía muchos clientes guardaban cola en los puestos de churros, los churreros preparaban ya la masa para las tortillas de camarones que servirían poquito después y el personal de limpieza se esforzaba en dejar en perfecto estado de revista calles y plaza, que a partir de las doce del mediodía volvían a llenarse de personas, de todas las procedencias, para vivir con intensidad el Domingo de Carnaval.

Los integrantes de 'Los que se mojan de verdad' fueron de los grupos más tempraneros. Los chirigoteros cruzaban la calle Libertad, en el tramo del antiguo Simago, por donde el concejal Pablo Chaves , junto con cientos de personas, esperaba la llegada de los coros, carrusel que inició 'La caja de los sueños', al que seguían el juvenil 'Chicagos', 'La plaza de los colores', 'Para tí con cariño' y el femenino 'Las napoleonas', con los que se mezclaba la chirigota 'Los que mantienen la línea'.

Poco después, en las puertas de Correos, la chirigota 'Los achuchaos' ofrecía su repertorio y una fina lluvia presagiaba que iba a caer horas más tarde, en tanto en la plaza del Palillero cantaba la chirigota 'Los gafas'.

Por la calle Feduchy se encontraba el teniente de alcalde Juan José Ortiz, a escasos metros de donde cantaba la antología del Yuyu, concretamente en la plaza de El Cañón, donde las periodistas Oliva Rendón y Mariló Rico escuchaban sus coplas, al igual que Jesús de Sobrino.

Sobre la misma hora, una de las areterias principales de la ciudad, la calle Ancha, fue tomada por muchas formaciones callejeras que regalaban un ambiente de risas y conexión con el público. En la misma puerta de Los italianos los Sherlock Holmes de 'Los elementales' hacían las delicias de los aficionados al igual que, algo más abajo, 'Como dios manda. Excepción femenina de la malange española'.

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