El de ayer fue un día largo para Kike Remolino. "Interminable", según sus palabras. El autor tuvo doblete en una noche en la que pasaron por el escenario primero su comparsa 'Los válidos' y posteriormente su chirigota 'Los recortaos'. Kike reconocía que ni la noche antes de cantar ni la de después consigue conciliar el sueño. "La de antes porque estoy muy nervioso y en cuanto que llevo a la niña al colegio empiezo a preparar el atrezzo del grupo y demás. Y después de cantar, sobre todo si la cosa ha salido bien, lo voy recordando todo mentalmente y me pueden dar las tantas despierto". Y es que es mucha tensión la que se acumula durante unas horas que van pasando con una lentitud exasperante.

Si confeccionar el repertorio de una agrupación de nivel ya es complicado, hacer dos, y que las dos estén en la pelea por luchar por los premios debe ser terrible. No obstante Kike le quita hierro al asunto y asegura que "la chirigota prácticamente va sola y en la comparsa tengo a Cardoso, que es un cañón. Además, yo no tengo otros vicios", asegura con una media sonrisa, que es lo único que le sale al gaditano minutos después de ver cantar a su comparsa y un par de horas antes de que su otro grupo haga acto de presencia sobre el escenario del Falla.

Ayer Kike, con parte del tipo de 'Los recortaos' acudió a ver entre bambalinas a la comparsa, que pegó bastante fuerte. "No me esperaba la reacción del público, pero la verdad es que ha estado muy bien, estoy muy satisfecho. Por lo menos hemos conseguido lo que queríamos, que era estar ahí peleando". Otro objetivo que se había marcado Kike para este año era que su chirigota no se resintiera por el tiempo que le ha dedicado al otro grupo, "y creo que lo he conseguido también, algo que me alegra mucho". Por último destacó la gran colaboración que han tenido con varias asociaciones de personas con alguna discapacidad de la provincia.