"Sin Juan no somos nadie", dice Selu como padre orgulloso de la criatura, de ese nuevo personaje salido de su mente privilegiada de chirigotero bueno. Porque este año podría decirse que su parto anual ha sido múltiple, ya que no sólo se ha conformado con representar al pesao de Cádiz, a ese que te pasa el brazo por los hombros y te la da mortal, y lo mismo te habla de Carnaval que del Cádiz que de la NASA que del calentamiento global, sino que, en una muestra más de su genialidad, lo ha acompañado de la víctima, del sufriente, del paciente amigo de rostro resignado, de este Juan que ha conquistado los corazones de miles de personas, como quedó ayer demostrado en la sede del Diario, donde se formó una revolución cuando los artesanos de RAS, Antonio y Ricardo, que han sido capaces de llevar a cabo con un acierto espectacular la idea de Selu, lo dejaron para que decenas de gaditanos se fotografiaran con él. Hasta un chico de Córdoba aseguró que se había desplazado expresamente para poder inmortalizarse con Selu y el entrañable Juan.

Selu García Cossío, junto a su hijo Alejandro y Juan, merendaron ayer en la hemeroteca del Diario. El autor reconoció que la idea llevaba "años rondándome la cabeza" y que si hubiera sabido el éxito que iba a tener "me hubiera animado a incorporarla antes con otros tipos, como por ejemplo 'Lo que diga mi mujer', al que también le habría venido bien".

Selu destacó que todo el repertorio va enfocado a Juan. "Sin Juan no somos nadie, porque la interpretación está volcada en él, nos dirigimos siempre a él en tercera persona, es un personaje implícito en cada letra". Al preguntarle si le había costado romper esa cuarta pared invisible con el público, que en esta ocasión es más espectador que nunca del duelo interpretativo entre los componentes de la chirigota y el muñeco, dijo que "la gente reaccionó muy bien desde el primer día. Sabíamos que gustaría, pero hasta que no llegamos al Falla no nos dimos cuenta de la dimensión que podía tomar la chirigota".

Selu reconocía la dificultad que entraña cantar con Juan al lado. "Nos hubiera gustado haber podido ensayar con él desde septiembre, pero no pudimos y hemos tenido que ir acostumbrándonos poco a poco. No es fácil, porque, aunque parezca que tiene vida propia, hay que moverlo, actuar con él, estar muy concentrados para bailar, ir hacia un lado y otro, hacerlo hablar, moverle los ojos, que también me hubiera gustado que se cerraran, como los de los muñecos de toda la vida... Ya digo, nos hemos tenido que ir acostumbrando".

Y cómo se le ocurrió esa carita tan gitana. "Yo quería que fuera calvo para poder tocarle con los nudillos en la calva. Y que tuviera... umm... no la cara triste, pero sí de resignación por la que le está dando el típico pesao de Cádiz".

Selu y su grupo saben que este año vivirán un Carnaval inolvidable por la expectación que han generado pero también que van a ser muy solicitados por la fiebre que ha despertado Juan. "Va a ser complicado salir a la calle con Juan. Ya estáis viendo la que se forma cada vez que aparece. Por eso queremos ir a cantar a sitios grandes. La gente quiere sentir cerca a Juan, vivirlo, y no podemos negarnos".

Selu dice que el personaje del pesao lo imagina "flamenco, es, como yo digo, el yin y el Juan (ríe)... un pesao que no gasta, con su camisa de lunares y sus pantalones blancos, maqueado".

¿Y habrá un continuará de Juan? "Pues no lo sé. Yo siempre he querido sacar una segunda parte de 'Los borrachos', pero esta vez más a mi estilo. Si las películas tienen secuelas por qué no pueden tenerlas las agrupaciones", se pregunta Selu.

El autor de 'Si me pongo pesao me lo dices' reconoce que Juan ya está registrado y que van a aprovechar el boom con un amplio merchandising que va desde camisetas hasta caretas. "Hombre, vamos a intentar rentabilizarlo, claro, porque es algo que sólo dura un año y hay que aprovecharlo".

También destacó lo bien que su grupo reaccionó ante el desliz de cuartos de final. "Con los cambios de la presentación ya nos quitamos un peso de encima. Además la gente estaba loca por pasar página. Se notaba. Lo pasamos mal pero no dejó de ser un fallo puntual que ya está olvidado".