Ser o no Ser

Ideas para matar un Concurso

CASI con todo el que hablo me dice que el Concurso está de mal en peor, pero nadie se atreve a decirlo en público. En Cádiz eso es pecado. La calidad, que claro que la hay, acude a cuentagotas. Lo demás, es para campañas antitabaco, es decir, infumable. Pero esto es solo un pensamiento mío, que no diré en voz alta para que no me acusen de "traidor" por escuchar el Falla desde Sevilla. No solo hay talibanes en Cataluña metiéndose con Puyol por ponerle a su hija "Manuela". Algunos me dirán que ¿por qué no vuelvo y saco algo de calidad, si tan listo soy? Pues porque cuando yo salía también estaba el nivel cortito y al, parecer, tampoco fuimos capaces de levantarlo. ¿Y por qué está tan bajo el nivel? En mi opinión, hay varios factores. En primer lugar la feliz idea de que los puntos de preselección no arrastren. Conclusión de las agrupaciones buenas: tiro lo más normalito que tengo y paso a cuartos con la punta del jurado. Un error mayúsculo, esto de acostumbrar a los autores a exigirnos lo mínimo. Aquí debe puntuar desde el primer pase al último. Y exigirnos esfuerzos a los autores. También se debería empezar a premiar más "la sustancia", es decir, letra y música, que el musical de Broadway. La era digital también mata. Repertorios no ya quemados, sino achicharrados en rodillos internautas o televisivos 24 horas al día. ¿Quién se ríe con un mismo chiste 75 veces? Tele en directo y patio de butacas vacío en muchas ocasiones. Pero claro, aquí el problema es del que se va a Alcalá o de otro cualquiera menos uno mismo. Lo de mirarse el ombligo en Cádiz queda para los pediatras. Digo yo.

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