SÍ, Cai, el de los fenicios, esos que fueron antepasados de los pimpis y les dejaron las mejores de las técnicas para darle coba a un guiri y para ingeniárselas para no dar ni golpe. El Cai de los protagonistas que en sus casas no pueden ni hablar. El Cai que les da el mandato del Concurso a unos que son incapaces de sacar una agrupación con un mínimo de calidad. El Cai del yo más que tu. El Cai del miembro del Patronato que disfruta con un taco de entradas en el bolsillo cuando sabe que está medio Cádiz intentando comprar una. El Cádiz que no permite la entrada en el teatro a los ex concejales de Fiestas anteriores por no se sabe qué razonamiento, cuando los ex concejales de Fiestas tendrían que entrar en el Falla de por vida y sin entrada. El Cai de los cobardes capaces de amenazar a un chaval gaditano que trae un coro de Córdoba que pasó a cuartos y otros coros no.

Este es el Cai capaz de pensar en una querella por un reglamento pero nadie piensa querellarse contra los que mandan por tener a esta ciudad sumergida en la miseria y el paro. El Cai de las obras eternas y del parao que está en la ruina, pero con móvil de último diseño y tabaco rubio americano (aliño moruno incluido). Este es el Cai que languidece en invierno ensayando para todo: para una agrupación de Carnaval, para acompañar a un titular de una cofradía o preparando su pastoral y los cantes al Niño Jesús. Este es el Cai de los entendíos del racataplán que saben de música más que nadie y de letra más que ninguno. El Cai que aspira, como proyecto de futuro, a ser octavillita y manigueta.

Este es el Cai que esta noche será centro de atención en muchos hogares del mundo. Este es el Cai que desde esta noche es epicentro de uno de los carnavales más importantes del planeta y el más genuino y coplero de todos los que existen. Este es el Cai que debe acoger a todo aquel que nos visite con hospitalidad y señorío. Enseñarle nuestras cosas, nuestros rincones y monumentos y explicarles cómo son nuestras fiestas e intentar que se lleven de aquí una gratísima impresión. Este es el Cai que debe explicar que es ahora cuando empieza esto, no cuando acaba como algunos creen. Este es el Cai del Manteca y del 3x4, el Cai de El Cañón y de Joselito. El Cai de la gracia de verdad y de la tolerancia. El Cai que debe quitar los mostradores de metal de las calles y permitir que la gente use los servicios de los bares. El Cai de las charangas por las esquinas y de los coros por calles y plazas vestidos como en el Falla y a tope con sus voces. El Cai que debe recriminar a la muchachita que se pone a orinar entre dos contenedores de basura. El Cai que debe rogar a San Pedro que cierre los grifos desde las seis de la tarde de mañana sábado hasta el domingo de piñata. Que así sea.