El primer corte, la primera noche de cuchillos largos llegó y pasó, y dejó tras de sí alguna que otra decepción, y muchísimas ilusiones cumplidas. Entre las decepciones, sin desmerecer a autores como Juan Manuel Romero Bey, Manuel Clavaín, Luis Ripoll, Desiré Tey o 'Toté' con su chirigota de Puerto Real, quiero, en la medida de lo posible, animar y valorar el trabajo y el esfuerzo realizado por el coro mixto de San Fernando.

No quiero levantar ningún tipo de polémica con quién sobra o quién falta, en absoluto, pero sí creo que es justo destacar la mejoría alcanzada, al menos, con respecto al año anterior, algo que todos hemos podido comprobar, y de lo que nadie duda. José Manuel y Luis, los hermanos Betanzos, son dos personas comprometidas y ante todo aficionadas a esta fiesta y que no deben venirse abajo por no cumplir sus objetivos en el concurso. Será que este año he tenido la suerte de colaborar con ellos, y el orgullo de ser parte de este coro, y por ello, sé bien de lo que hablo. No voy a deciros que todo esto ha sido injusto, sólo quiero daros la enhorabuena por el trabajo realizado y animaros a que no desfallezcáis.

Por otro lado, no todo han sido decepciones en este concurso. Alguna que otra alegría y alguna que otra meta se ha podido superar. El ejemplo más claro lo tenemos con toques sevillanos y con aire fresquito del Guadalquivir.

Sherezade fue la piedra que comenzó a construir el edificio carnavalesco de estas sevillanas enamoradas de nuestro Carnaval, que a pesar de no ser tratadas entonces con el respeto mínimo que cualquier agrupación merece por parte del público, han perseverado en su constancia, han mantenido intactas sus ilusiones y han trabajado incansablemente con humildad y en silencio hasta lograr, después de seis años, pasar el primer corte del concurso.

Algunos creerán que no las comprendo, pero el haber vivido lo mismo que ellas, es decir, no pasar la primera criba, me hace valorar aún más este tipo de logros, y felicitar al menos en estas líneas a aquellos y aquellas que no caen en el desánimo y se levantan una y otra vez intentando disfrutar y mejorar en cada edición. No hay nombres de por medio, no son de Cádiz, no cumplen los tópicos que muchos utilizan como excusas, simplemente han llegado, han cantado y han gustado. No hay que buscar más explicaciones.

Sirva este artículo para felicitarlas y también para animar a aquellos que ven imposible conseguir lo que ellas han conseguido. Todo es posible con un poco de aire fresquito.