Así se transforma la nostalgia en felicidad en la noche más ochentera de Concert Music Festival
Los grandes éxitos de Boney M., Sabrina Sarleno, Vicky Larraz, Orquesta Mondragón y Tennessee consiguieron que el público viajara al pasado en una noche inolvidable
Búscate en el concierto de Así fueron los 80 en Concert Music Festival de Chiclana
La revolución ochentera había llegado a Concert Music Festival tras el apoteósico espectáculo de Emilia Mernes la noche antes. Este viernes, 11 de julio, era la noche perfecta para disfrutar en directo con los artistas más icónicos de una de las décadas más memorables de la música. Vicky Larraz, Boney M., Sabrina Salerno, Orquesta Mondragón y los míticos Tennessee, desfilarían por el escenario Lenovo Motorola para proyectar la esencia de la era dorada de la música disco. Pero antes, el DJ Romey se encargaba de calentar motores a lo que estaba por llegar.
Los más nostálgicos, repletos de energía y entusiasmo, se iban a agolpando en el recinto del escenario Lenovo dispuestos a no perderse ni un detalle de cada uno de estos icónicos artistas. Prometía ser una noche inolvidable, una especie de viaje al pasado en un lugar privilegiado como el de este recinto de Concert Music Festival, donde el público podía sentir al artista mucho más cerca y disfrutar de la magnífica calidad audiovisual de este escenario.
Luces, colores y el mejor ambiente para vivir la fiesta más ochentera de la octava edición de Concert Music Festival. La primera en salir al escenario fue Vicky Larraz, quien saltó a la fama en 1983 como solista del grupo Olé Olé. “A través de la música vamos a recorrer el tiempo pasado”, avisó la artista tras inaugurar la fiesta más ochentera con su primer tema. La cantante lo tenía claro “quiero que lo paséis en grande porque para eso estamos aquí esta noche”.
Dicho y hecho, Vicky Larraz lo dio todo en el escenario. Acompañada de cuatro bailarines, la artista derrochaba energía con éxitos como Lili Marlen y Bailando sin salir de casa. Y con estos temas “estamos calentando, vienen unas cuantas”, avisaba la artista antes de sumergirse en una de sus canciones más importantes de su carrera. “Con ella representé a España en la OTI y, desde entonces, me acompaña Bravo Samurai”.
Por si alguien del público desconocía como eran los 80’s Vicky Larraz recordó que en aquellos años “entre los grupos había gran complicidad”. Con Víctimas del Desamor, un tema del grupo valenciano Vídeo, rememoró el homenaje de Olé Olé a Pepa Villalba, “una compañera que nos dejó”.
Su actuación iba llegando a su fin, pero Vicky iba “a mil”, animando una vez más a su público con este éxito. “Ya os dije que se os iba a hacer corto, pero voy a abusar de vosotros y de vuestra energía. Quien no le guste que le controlen que encienda la luz del móvil”, animando así a su público se despidió con No Controles, una canción que hoy es un himno mundial.
Una oda a la música disco
En la fiesta más ochentera de Concert Music Festival había muchas ganas de bailar, así que el ritmo continuó con Boney M. Xperience, un espectáculo tributo en el que se integran las cantantes que actuaron con la gran leyenda icónica del grupo, Bobby Farrell, durante los últimos 20 años de su carrera artística. Edna Proctor, Tamzie Franssen y Maureen Fernandes arrancaron con el éxito Sunny, repartiendo buenas energías, mucho baile y amor desde el escenario Lenovo.
Con Daddy Cool se unió a ellas el bailarín Terence Bempah, para llevar la esencia de Boney M. a otro nivel con Ma Baker. Clásicos que no han pasado de moda, que siguen viajando en el tiempo de una generación a otra y que pusieron a bailar a la multitud. El público los acompañaba en las coreografías, cantaban y no podían dejar de grabar su actuación.
Con Rasputin llegó otro hit que perdura en el tiempo y que incluso se hizo viral en TikTok. Una canción que sigue gustando tanto como la primera vez, a pesar de tener casi 50 años. No faltó su reconocida coreografía, con voltereta incluida, por parte de Terence Bempah, sorprendiendo a los asistentes con esta interpretación.
Complicidad entre ellos y con el público, bromeando con la edad y con la energía, pues una de las cantantes se sentía “como antaño”. Tras Brown Girl in the Ring, hubo unos minutos para cantar Happy birthday a una de las integrantes del grupo que estaba de celebración. Gotta go home, Rivers of Babylon y muchas manos en el aire para disfrutar de nuevo de Rasputin con el que dijeron adiós a la noche.
El frío dejó paso al calor
La de la noche de este viernes no era precisamente la más calurosa del verano, sin embargo, tras varias horas de fiesta la temperatura iba subiendo. “¿Hace mucho frío no?”, preguntó una sensual Sabrina Salerno nada más pisar el escenario. La genovesa, icono erótico de finales de los 80, arrancó su show con Born to be alive, de Patrick Hernández.
Las ganas de bailar iban en aumento y, acompañada por sus bailarines, ponía ritmo a la noche disco. Erase/rewind y el tema más esperado de la noche: Boys, boys, boys a prueba de infarto – no solo para ella – también para aquellas almas con recuerdos adolescentes que pudieron vivir en directo el éxito de esta icónica artista que pasó a la historia por su inolvidable actuación en el especial de Nochevieja de 1987 de Televisión Española.
Tras la actuación de Sabrina Salerno la fiesta aún no había acabado. La genovesa dejó paso a Orquesta Mondragón y el mítico grupo Tennessee, quienes desplegaron sus éxitos memorables en una noche donde la nostalgia se transformó en felicidad. Canciones con las que se demostró que la música tiene el poder de viajar en el tiempo y mantener vivo el espíritu de una década prodigiosa que sigue latiendo en el corazón de aquellas almas ochenteras.
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