El fenómeno Emilia deslumbra y conquista Concert Music Festival
La cantante iluminó Sancti Petri con su talento y glamur, entregando un show vibrante y lleno de emoción. Su conexión auténtica con el público reafirma por qué es la voz de toda una generación
Búscate en el concierto de Emilia en el Concert Music Festival
Brillo, rosa, ambiente... y un pedazo de talento. Eso fue lo que ofreció Emilia en Concert Music Festival este jueves por la noche. A las primeras notas de Exclusive, el poblado de Sancti Petri enloqueció por tercera vez. Porque sí, Emilia ya ha conquistado esta tierra antes, pero esta vez fue más grande, más multitudinaria y más exitosa que nunca.
"¿Están listos para vivir una noche perfecta? ¡Quiero un ruido bien fuerte de mi gente de Chiclana!". Y así fue: una noche perfecta, al más puro estilo diva. Su brillo, junto a una estética inspirada en los años 2000, ya forma parte de su firma.
Sus canciones lo confirman. Como Pasarela, su último lanzamiento, publicado hace apenas una semana. “I’m a star viviendo en un camerín”, canta, y no hay mejor definición. Porque si algo tiene Emilia, además de talento, es un aura de superestrella.
Su show, más glamuroso que nunca, lo demuestra. A lo largo del concierto, la artista de 28 años cambió de vestuario cuatro veces. Cuatro looks distintos, pero un mismo concepto: el brillo. Desde un vestido corto rosa de purpurina hasta un mono de leopardo, Emilia impuso estilo. Y el público respetó el dress code: camisetas rosas, pantalones cortos, maquillaje brillante, pancartas con purpurina y regalos hechos con cariño para la cantante.
Emilia es, sin duda, el ícono pop de las jóvenes. El concierto lo dejó claro: muchos padres acompañaban a sus hijos y otros los esperaban a las puertas del recinto. Un ambiente tan familiar como festivo, que conquistaría a cualquiera.
La artista argentina es el reflejo de su generación. Su show en vivo se fusiona con el mundo digital. Una de las tendencias más populares en TikTok son sus coreografías, replicadas por miles de fans. Durante el concierto, invitó, como es su costumbre, a tres jóvenes del público al escenario para que demostraran lo aprendido en la plataforma. “Fueron icónicos”, dijo Emilia, y no exageraba. Parecían profesionales y, además, se llevaron fotos y abrazos de su ídola.
Pero TikTok no es el único puente entre Emilia y su gente. La conexión que tiene con Chiclana es cercana y auténtica. “Es estar como en casa”, dijo ella. No solo ofreció una gran fiesta: también compartió mensajes importantes. Habló con su público sobre temas como la autoestima, uno de los pilares de su discurso artístico. “Esta próxima canción es para todas esas personas que trataron de convencernos de que nunca íbamos a lograr eso que tanto deseábamos”, aseguró.
También interpretó una canción de su primer álbum, ¿Tú crees en mí?, confesando que volvió a incluirla en el show por petición de sus fans: “Este primer álbum lo dediqué a una persona que me hizo dudar de mí misma, haciéndome creer que nunca iba a llegar a nada y… casi le creo”. La ovación fue inmediata. El público se volcó con ella al escuchar esa frase, parte del tema La balada, que ya acumula más de 19.947.092 reproducciones en Spotify. Aquí, todos se sabían sus canciones de memoria. Como dijo Emilia: “Es muy bonito ver cómo cada uno se identifica con mis canciones por algo que les pasó”.
También dedicó un emotivo momento a su padre, su Guerrero, que superó una grave enfermedad. Y extendió esa dedicatoria “a todos los guerreros que están pasando por algo similar”. Emilia se emocionó... y Chiclana también.
El viaje emocional continuó con A 1000 km, canción que escribió para hablar del desarraigo que siente al estar “viajando por el mundo, pero con la mente en casa”, como dice la letra. Agradeció a su público por hacer ese trayecto “menos complicado”.
Y la cercanía no terminó ahí. Le cantó el cumpleaños feliz a una fan, recogió carteles (incluso algunos dedicados a su perrita Roma, otra estrella) y no dejó de dirigirse a su público. Porque si algo tiene Emilia, además de talento y estilo, es gratitud.
“Poderosa con los ojitos verdes”, como canta en uno de sus temas, así es la cantante argentina. Encendió el recinto con éxitos como Jagger, mientras el público bailaba y cantaba con fuerza “lo que tiene de buena, lo tiene de mala”. Imposible resistirse al ritmo y a sus coreografías, que ejecutó con energía desde sus icónicas botas rosas con fourrure, ya un emblema inconfundible de su estilo.
Después de casi dos horas de espectáculo, Emilia parecía despedirse con La versión original, su éxito junto a Tini. Pero no fue el final. Regresó al escenario para cerrar por todo lo alto con fuegos, estrellas, luces y No se ve, dejando al público completamente fascinado.
“Los amo, estoy muy feliz de estar acá. Gracias de corazón, es muy hermoso ver a un público con tanta energía que se contagia”, dijo al despedirse.
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