La sierra de Cádiz posee unos rincones únicos donde podrás dejarte llevar por la magia y el encanto de la belleza de sus pueblos. Septiembre es un mes ideal para hacer una ruta por los pueblos blancos de Cádiz y descubrir lugares llenos de paz y tranquilidad. No cabe duda que estos municipios gaditanos despiertan el interés de aquellos que necesitan desconectar y darse una escapada para reconectar. 

Uno de los pueblos de Cádiz que más curiosidad despierta es Arcos de la Frontera. Está considerado uno de los más bonitos de la provincia y, en ocasiones, también se ha situado en el ranking a nivel nacional. Además, por su belleza y riqueza arqueológica fue declarado Conjunto Histórico Artístico Nacional. El paso de las diferentes civilizaciones que pasaron por esta localidad se conserva hoy en día entre sus calles estrechas y laberínticas. 

Arcos de la Frontera es un lugar único que se recomienda visitar a pie, para así descubrir el encanto de sus mágicos rincones. Algunos de estos lugares que no te deberías perder son la cuesta de Belén, el Ayuntamiento, el Castillo Ducal o el Convento de las Descalzas entre otros intereses. Pero si hay algo que cautiva al visitante, además de su patrimonio, son sus increíbles vistas al abismo desde los diferentes miradores. 

Desde la plaza del Cabildo se llega al mirador de la Peña, uno de los más emblemáticos de la localidad y el que cuenta con una mayor belleza paisajística con vistas panorámicas de la vega y el río Guadalete. Sin embargo, este mirador se encuentra actualmente en obras, por lo que durante unos meses será imposible su visita. Hasta el momento, aquellos que han podido disfrutar de las vistas desde este mirador han podido comprobar la belleza de un paisaje único situado a unos cien metros de altura.

Los valientes que se han atrevido alguna vez a asomarse a este mirador, antes de que comenzaran las obras, quedaban asombrados por su elevada altura; y es por esta sorpresa por lo que se le conoce con un peculiar nombre. Popularmente al mirador de la Peña también se le conoce como el 'balcón del coño', por la expresión de asombro que se utiliza cuando el visitante se asoma al abismo y exclama «¡coño!» de la impresión. Como dato curioso, cabe destacar que Arcos de la Frontera no es el único municipio que cuenta con 'un balcón del coño'. En Ronda, pueblo situado en la provincia de Málaga, se encuentra el segundo de ellos. De camino al conocido Tajo de Ronda se encuentra el paseo de la Alameda, que cuenta con un mirador espectacular que causa gran impresión al asomarte.