Calas secretas de Cádiz: paraísos escondidos a los que se llega caminando
Descubre estos increíbles lugares menos masificados para desconectar cerca del mar
El calor aprieta y toca andar para descubrir los paraísos escondidos de la costa de Cádiz. Una dificultad que poco importa a aquellos exploradores costeros que desean vivir una experiencia diferente en el verano. Rincones secretos menos masificados que las playas más relevantes de Cádiz y que te esperan para que logres desconectar cerca del mar.
Lo más cómodo es llegar y aparcar cerca de la playa, pero esto se complica cuando de paraísos escondidos se trata. Para llegar a las calas secretas y escondidas de Cádiz no queda otra que armarse de valor y comenzar a caminar. Entre senderos y acantilados conseguirás llegar a la meta y, comprenderás, que habrá valido la pena.
Calas de Roche
Es un paraíso escondido de Conil, pero un secreto a voces. Estas maravillosas calas, al abrigo de sus acantilados, son las favoritas de los veraneantes. Para llegar hasta ellas tendrás que caminar sobre estos acantilados y descubrir hasta siete calas diferentes, pero de belleza compartida.
Desde la urbanización de Roche encontrarás la Cala Encendida y la Cala de Roche, delimitadas por acantilados y rocas. A partir de ahí, resguardadas bajo sus acantilados irás descubriendo otras pequeñas calas como El Frailecillo, Cala Enebro, Cala del Pato, Cala del Tío Juan Medina y la Cala del Faro.
Cala del Mirlo
Entre Valdevaqueros y Punta Paloma, en Tarifa, encontrarás este paraíso perdido que poco tiene que envidiarle al Caribe. Esta recóndita cala no es muy transitada, debido a su complejo acceso, ya que para llegar a ella hay que seguir la carretera desde Punta Paloma y tomar uno de los accesos que te lleva por un sendero. Al ser un entorno virgen, esta cala no tiene ninguna clase de servicios.
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