Sobre el tapete de Vallecas se dan cita dos equipos que sobresale cada uno por una faceta determinante. El Rayo es el conjunto más goleador de la categoría de plata con 53 tantos en 32 jornadas -19 más que su rival de hoy- y el Cádiz es el menos goleado con sólo 19 -16 menos que su adversario-. ¿Qué se impondrá esta tarde, la máquina trituradora vallecana o la solidez defensiva de los amarillos? Ahí radica la clave del partido.

El cuadro madrileño ocupa una posición de privilegio en la clasificación gracias a sus goles y el gaditano sorprende con su insistente pujanza en la zona noble avalado por su demostrada capacidad para cerrar la portería. Es difícil que pasen 90 minutos sin que el Rayo marque un gol. Sólo se quedó sin ver puerta en seis partidos desde el arranque de la Liga, uno de ellos el resuelto con una equis en el estadio Carranza. Su producción anotadora crece en una segunda vuelta en la que ya acumula 21 goles, 11 de ellos con la firma de Raúl de Tomás, el delantero de moda, propiedad del Real Madrid, que con su acierto -lleva en total 18 dianas- llama la atención de los equipos de Primera (el Valencia se une en las últimas a la lista de pretendientes de cara a la campaña venidera). El artillero es la principal amenaza para la defensa cadista, sin olvidar a otros jugadores como Trejo -nueve tantos- y Embarba, este último el futbolista que más remata de la Liga (93 disparos) y el tercer máximo asistente con diez pases de gol.

El equipo madrileño apuesta por un juego de ataque que le hace llegar con frecuencia al área contraria, pero esta vez tendrá que lidiar con la mejor defensa del campeonato, la del Cádiz. La solvencia del conjunto amarillo queda reflejada en los 17 encuentros -más de la mitad- en los que no recibió un gol. No hay un adversario que le haya hecho más de un gol en la segunda vuelta. Los jugadores de Cervera se agarran a su solidez para tratar de sorprender a su rival.