El Cádiz CF acaba la primera vuelta del campeonato clasificado en la séptima posición, con todo por decidir en una segunda etapa que se presenta con la presunción de una Liga dominada por la máxima igualdad. El conjunto amarillo anda metido, a mediados de curso, en la ilusionante pelea de arriba a un solo paso de la zona de fase de ascenso. Con 33 puntos en el ecuador de la temporada, comenzará el tramo definitivo a sólo dos del sexto, el Osasuna, y el quinto, el Alcorcón –ambos con 35-, y a tres del cuarto, el Deportivo de la Coruña -36-.

El Cádiz depende de sí mismo para escalar puestos, aunque para ello debe hilar muy fino cada fin de semana. Las próximas jornadas serán importantes para saber el objetivo por el que lucharán los gaditanos.

El cuadro entrenado por Álvaro Cervera acecha a varios de los rivales directos que van por delante en la tabla aunque siente en su cogote el aliento de sus inmediatos perseguidores, que no son pocos. El Mallorca acredita también una cuenta de 33 puntos instalado en la octava plaza y el Oviedo, después de enlazar dos victorias consecutivas, asoma la cabeza con 30 puntos en el noveno escalón dispuesto a pujar por el play-off.

El Almería, décimo con 29, trata de engancharse a la batalla en las alturas y el próximo sábado –a partir de las cuatro de la tarde- el Cádiz visita el estadio Juegos del Mediterráneo. Aparecen después Las Palmas con 28 puntos -undécimo- y el Sporting de Gijón con 27 -12º-.

El conjunto gaditano, que el pasado viernes empató ante el líder Granada, puede respirar tranquilo porque antes del inicio de la segunda vuelta guarda una diferencia de 12 puntos sobre una zona de descenso que queda muy lejos.