Llega la recta final de la temporada con un largo sprint en el que el Cádiz debe acelerar la marcha para recuperar posiciones y meterse en la fase de ascenso. En el vestuario del conjunto amarillo están concienciados de que el encuentro contra el Albacete -la escuadra manchega llegará a la capital gaditana como segundo clasificada- es la primera de las doce finales que restan hasta el final del campeonato liguero.

Airam Cabrera calificaba ayer de vital el duelo del próximo domingo y apostaba hacer valer el fortín del estadio Carranza para que no se escape el triunfo. "Somos fuertes en casa, sabemos de la importancia del partido y tenemos ganas de victoria porque allí se nos escapó un punto en la primera vuelta", comentaba el delantero en la sala de prensa de las instalaciones de la plaza de Madrid una vez concluido el entrenamiento.

El cuadro gaditano ha sumado 32 de los 39 puntos que ha disputado en su feudo -diez victorias, dos empates y una derrota en 13 encuentros- y pretende mantener su buena dinámica como anfitrión.

La trayectoria descendente del Cádiz es un hecho en las última semanas, lastrado por su ineficacia como equipo visitante. Ha pasado de la cuarta a la quinta posición y ahora está obligado a redoblar los esfuerzos para volver a la zona de play-off. El tinerfeño reconocía la evidencia. "No estamos bien, los números están a la vista, por eso no se nos pueden escapar los de arriba, porque entonces estamos muertos. Tenemos que revertir la situación".

Los jugadores han hablado entre ellos. "En el vestuario hemos hablado de que tenemos que apretar los dientes y sacar los partidos adelante como sea porque es fundamental no perder comba con los equipos de arriba, hay apretarles todo lo que se pueda".

El ariete aseguraba que "la confianza no la hemos perdido", si bien admitía que "las dinámicas te marcan el camino y es cierto que fuera de casa no estamos dando la talla, eso algo que tenemos que cambiarlo cuanto antes".

Tampoco ocultaba el atacante que "cuando nos pasan cosas en contra durante los partidos nos cuesta levantarnos". Y ponía como ejemplo la contundente derrota (3-0) sufrida en tierras murcianas contra La Hoya el pasado fin de semana. "En Lorca nos mató el primer gol y nunca dimos la sensación de levantar el partido. Tenemos que hacemos más fuertes desde el grupo".

El equipo amarillo atraviesa por un momento delicado en este tramo importante de la temporada y necesita sentirse arropado por la afición para intentar superar al Albacete en un choque de adquiere una relevancia para un Cádiz obligado a sumar los tres puntos. Airam Cabrera recalcaba ayer que "el partido es vital y esperemos que la afición esté nosotros, queremos que estén, los seguidores son fundamentales. Ya estuvieron contra el Lucena pese al mal tiempo que hizo ese día. Son importantes para lograr la victoria". Y es que el papel de hinchada adquiere mayor relevancia que nunca.