El Cádiz CF no para de crecer. Alcanza un nivel competitivo que le convierte en un adversario muy complicado de batir. El cambio de rumbo llegó con el aterrizaje de emergencia de Sergio González y con los cinco futbolistas que se unieron en el mercado de invierno. Los cinco jugadores se adaptaron con celeridad.

El conjunto amarillo navegaba a la deriva. Acusaba el desgaste de Álvaro Cervera y el descenso parecía difícilmente evitable. Cuando se produce un relevo en el banquillo nunca se sabe si va servir o no. En este caso ha funcionado a la espera de la recta definitiva hasta el final del campeonato. El equipo no está salvado pero ofrece sensaciones positivas que invitan al optimismo.

El Cádiz CF va a mejor con el nuevo entrenador, que el pasado domingo 3 de abril, en el envite ante el Valencia, cumplió una decena de partidos de Liga con el cuadro gaditano.

El balance de esos partidos es un canto a la esperanza: tres victorias, cinco empates y sólo un par de derrotas inmerecidas, ambas con el mismo tanteador: 2-1. Perdió en Mallorca arrastrado por un escandaloso arbitraje (dos penaltis en contra que no lo fueron) y cayó en el Wanda Metropolitano contra el Atlético de Madrid pese a ser superior al cuadro rojiblanco y de nuevo ser perjudicado por el colegiado (aquella expulsión perdonada al colchonero Reinildo en la primera mitad).

El Cádiz CF se muestra ahora como un conjunto fiable, capaz de tener opciones de puntuar en cualquier encuentro. Da un paso al frente con el balón, busca el área contraria y no descuida la suya.

Tener la posesión del esférico no significa renunciar a la defensa. El equipo amarillo es más fuerte que antes en la misión de la destrucción. Hay una cifra que lo resume: dejó la portería a cero en seis de los diez partidos de Liga con Sergio González. Y además hay vida después de defender. Ataca sin rodeos porque necesita sumar victorias. Se quedó sin marcar sólo en tres de esos diez duelos, en los que lleva más tantos anotados (una decena) que recibidos (siete).

El Cádiz CF atesora 14 puntos desde la llegada del actual técnico, casi la mitad de los 30 disputados. En diez jornadas acredita el mismo número de puntos que en los 60 en liza en las 20 anteriores. Eso quiere decir que el Cádiz CF acelera su marcha y duplica su producción. De hecho, es el noveno mejor equipo de Primera División desde que Sergio González se hizo cargo del vestuario.

Los amarillos reaccionan con el nuevo míster, tienen dos puntos de ventaja sobre la zona de descenso pero aún deben dar el último paso hacia la salvación en un esprint final cargado de compromisos frente a rivales de la parte alta de la clasificación. Si mantiene el espíritu competitivo, está en condiciones de conseguir el objetivo.