Dos años y medio después de su traspaso al Real Madrid, la venta de Javier Acuña sigue dando que hablar y mantiene algunos frentes abiertos que afectan a un consejero y a varios exdirigentes cadistas. Estos, que junto a otros antiguos mandatarios se encargaron del fichaje del paraguayo por el Cádiz, todavía no han cobrado todo lo que les corresponde.

El Cádiz se fijó en Acuña, nacido el 23 de junio de 1988, tras participar en el torneo sudamericano sub'20 celebrado en Colombia en 2004, en el que marcó tres goles. Ese mismo año se proclamó campeón de Sudamérica con el combinado sub'16, en el que marcó cinco goles y fue el máximo anotador del torneo. Según se desveló entonces, los dirigentes cadistas implicados en la operación pusieron de su bolsillo unos 600.000 euros para fichar al paraguayo.

Tras tener que esperar dos años -hasta que el jugador cumpliera los 18- para que en España se permitiera la tramitación de la ficha del futbolista, la alta expectativa creada no se cumplió vestido de amarillo y, tras ir cedido al Salamanca, en diciembre de 2008 se produjo el traspaso al Real Madrid, donde jugó en el filial (Segunda B). Una operación que en aquel momento diferentes medios locales y nacionales cifraron en unos 500.000 euros. Pues bien, de ese dinero, tal y como ha desvelado el programa de Onda Cádiz El Submarino Amarillo, hay un consejero actual, José Antonio Rodríguez Murillo, al que le corresponden 10.000 euros que aún le adeuda la entidad. Lo mismo sucede con el exvicepresidente Francisco Puig, si bien en su caso la cifra asciende a 150.000 euros. Otro exvicepresidente, Federico González, también tiene pendiente otra cantidad, así como posiblemente algún otro exdirigente que se embarcó en la compra de Acuña.