Cádiz CF

Nuevo perjuicio arbitral al Cádiz CF: dos codazos similares juzgados de distinta manera

Lamela intenta escaparse de Álex Fernández.

Lamela intenta escaparse de Álex Fernández. / Julio Muñoz/Efe

El partido entre el Sevilla y el Cádiz CF se disputó cinco días después del escándalo desatado tras la negligente actuación del VAR en el envite del conjunto amarillo contra el Elche que propició un gol ilegal de los franjiverdes que restó dos puntos al inquilino del Nuevo Mirandilla.

La lupa estaba puesta sobre el equipo arbitral tanto en el césped como en la sala VOR en el duelo andaluz dirimido en Nervión. El choque no estuvo exento de acciones complicadas que obligaron a intervenir a los colegiados que estaban encargados del vídeo arbitraje bajo el mando del balear Guillermo Cuadra Fernández.

El VAR esta vez sí intervino con acierto. Avisó a Alejandro Hernández Hernández, árbitro a pie de campo, del fuera de juego de Óliver Torres en el gol de Lamela poco antes del intermedio y de la mano de Iván Alejo dentro del área en los instantes finales del encuentro.

El colegiado había dado por bueno el tanto de Lamela pero lo anuló tras comprobar en el monitor que Óliver Torres estaba en fuera de juego y había intervenido en la jugada (pugnó con Espino, que cayó al suelo) pese a no llegar a tocar el esférico.

En la mano de Iván Alejo, Hernández Hernández no había señalado nada hasta que fue advertido por el VAR de la posibilidad de un penalti. Vio la jugada en el monitor y decretó pena máxima. Una mano tonta pero mano al fin y al cabo.

Las dos jugadas admiten poca discusión. El VAR, al contrario que en el partido contra el Elche, esta vez sí cumplió su cometido.

Pero el duelo andaluz dejó otra acción muy polémica en la que el VAR no podía actuar al tratarse de un criterio exclusivo del colegiado. Poco antes del gol de Erik Lamela que después fue anulado, el futbolista del Sevilla propinó un codazo en la cara a Rubén Alcaraz en la pelea por el balón.

El jugador del cuadro hispalense, uno de los más destacados de su equipo, ya había visto una tarjeta por un acción parecida en el minuto 33, por "impactar con el brazo sobre un adversario en la disputa del balón de forma temeraria", explicó el árbitro en el acta.

Lo curioso fue que el segundo codazo de Lamela fue aún más claro que el primero, como mínimo igual de temerario, pero en ese caso Hernández Hernández no consideró que fuese merecedor de una amonestación que hubiese supuesto la expulsión del jugador sevillista en la recta final de la primera parte.

Los futbolistas del Cádiz CF fueron al unísono a protestar el árbitro, que no quiso saber nada. Después del partido, Sergio González fue directo al grano y declaró que Lamela debió haber sido expulsado.

No le faltaba razón al entrenador del cuadro gaditano. Pero una vez más, la interpretación fue contraria al Cádiz CF. Si el primer codazo de Lamela fue temerario como señaló el árbitro en el acta, el segundo fue igual o incluso más.

Por enésima vez, nuevo perjuicio causado al Cádiz CF, que sufre error tras error desde la reanudación del campeonato. Gol mal anulado a Brian Ocampo en el choque frente al Almería; penalti no señalado y expulsado perdonada a Cavani ante el Valencia; y gol en fuera de juego regalado al Elche.

Hernández Hernández decidió no expulsar a Lamela. No fue un error técnico como el del VAR en el partido contra los ilicitanos, sino una interpretación suya que puede gustar más o menos. El Cádiz CF resultó perjudicado una vez más.

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