Cádiz CF | El análisis

El Cádiz CF, en sus mejores números desde el regreso a Segunda A

  • El equipo amarillo demuestra su fortaleza aunque no hay tiempo para la euforia

  • Lo importante no es lo conseguido, que no es poco, sino lo que está por llegar

Los jugadores del Cádiz se abrazan tras consumar la victoria en Almería.

Los jugadores del Cádiz se abrazan tras consumar la victoria en Almería. / Rafael González

El Cádiz CF marca el ritmo de la Liga con números que pocos esperaban, nutridores de una creciente ilusión. Vuelve a colocarse el primero de la clase tras el golpe de autoridad que asestó en el terreno del hasta entonces invencible Almería. Fue el equipo amarillo, no otro, el que bajó a la Tierra al poderoso conjunto rojiblanco.

¿Hasta dónde será capaz de llegar el Cádiz CF? Paso a paso, sin dejar de soñar pero sin añadir una presión que no sería buena para nadie. Se trata de disfrutar el momento y apretar los dientes en cada partido. Y lo que tenga que ser, será.

La alegría se abre paso en el universo cadista. No es para menos. Líder tras la disputa de la octava jornada e instalado en plazas de ascenso directo desde el comienzo de la temporada (nunca ha bajado de la segunda posición). El esprint de salida es casi inmejorable. Ganar seis partidos de ocho es una hazaña que resume el sobresaliente rendimiento de un equipo que juega de memoria.

El estilo gaditano impone su ley. No hay ningún secreto. La lucha no se negocia va mucho más allá una mera declaración de intenciones. Pero hay algo más que el esfuerzo: máxima organización, líneas juntas, neutralización de un rival que acaba desesperado y transiciones veloces con pocos toques de balón, los suficientes para alcanzar la portería contraria. La posesión es lo de menos. Le bastó un 35,7% ante el Almería (un 64,3%) para agarrar la victoria.

Todo ello conduce al Cádiz CF a su puntuación más elevada, de largo, en la octava parada del campeonato desde su bendito regreso a la categoría de plata. Nunca llegó a acercarse a los 19 puntos que tiene ahora las tres temporadas anteriores.

De hecho, la escuadra amarilla atesora más del doble de puntos de los que presentaba hace un año (llevaba siete en la octava jornada del curso 2018/19, 17º clasificado) y en el 2016/17, cuando sumaba ocho y habitaba también en el 17º escalón. Mejora además con creces las cifras del ejercicio 2017/18, cuando acreditaba 11 puntos en el puesto 13 de la tabla.

Esta temporada acumula sólo siete puntos menos que en el global de la suma de las ocho jornadas de cada una de las tres campañas anteriores: 19 frente a 26. Va como un tiro.

Es también el Cádiz CF más goleador. Con 13 tantos casi triplica la cifra de cada una de las dos últimas campañas (cinco dianas en el octavo capítulo tanto en la 2018/19 como en la 2017/18) rebasa los ocho que llevaba en la 2016/17.

Todas las comparaciones sitúan al Cádiz CF como un equipo mucho más fuerte esta temporada. Pero todo es provisional. Todo se circunscribe a ocho hojas del calendario cuando aún quedan 34 por arrancar. El liderato es una bendición y sabe mejor el primer puesto que cualquier otro, aunque en el vestuario son conscientes de que todo está por hacer. Lo que cuenta no es lo logrado, que no es poco, sino lo que hay que conseguir, que es mucho.

Por eso, de euforia, nada. Ni siquiera hay tiempo para recrearse en el liderato. El miércoles llega al estadio Carranza el Huesca, otro de los grandes de la Liga.

La abundante cosecha de puntos refleja el excelente trabajo de un bloque que raramente de descompone. Alcorcón es la excepción. La cuestión es mantener la dinámica, el asunto más complejo. El Cádiz CF inicia el trayecto hacia la exploración de sus límites.

El futuro nadie lo conoce y lo único cierto es que el Cádiz CF es, a día de hoy, es el más fuerte de Segunda A. El entrenador, Álvaro Cervera, decía antes del partido en Almería que la Liga deparará muchos movimientos. Nada tiene que ver lo de hoy con la 30ª jornada, por poner un ejemplo.

La historia reciente ofrece una muestra. El equipo amarillo iguala los 19 puntos que tenía el Málaga la pasada temporada y el Levante en la 2016/17, todos en la octava jornada y líderes los tres.

El cuadro costasoleño no pudo mantenerse en la cima, quedó tercero y perdió el tren del ascenso. Los valencianos, en cambio, gobernaron con mano de hierro y subieron de forma directa.

Otra prueba de las vueltas que da la Liga la ofrece el recorrido del Osasuna en la campaña 2018/19. El conjunto navarro andaba perdido en la octava jornada en la 13ª plaza con nueve puntos hasta que despertó y en la segunda vuelta fue imparable hasta dar el salto a Primera como campeón.

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