Cádiz CF

Una lectura favorable

  • Los menos habituales dan la talla en la Copa del Rey y ponen de manifiesto que en la plantilla existe fondo de armario Aitor García, otro teórico suplente, es la mayor sensación

El estreno en la Copa del Rey 2016-17 no sólo deja en la retina el pase a la tercera ronda, ya que el juego del equipo amarillo ante el Levante muestra connotaciones muy interesantes. Muchos de los menos habituales dieron la cara con una entrega hasta el máximo de sus posibilidades, además de que supieron aguantar el potencial de un adversario superior. Con la falta del fondo físico habitual a esta altura de curso, los que forman el 'otro' Cádiz dejaron una lectura muy favorable.

La alineación de Álvaro Cervera podía mostrar dudas. Salvo Servando, Brian y Garrido, el resto forma parte de ese grupo de futbolistas que ahora mismo está uno o dos peldaños por debajo de los elegidos como titulares. Sin embargo Jesús Fernández, Sankaré, Abdullah y Aitor García, por citar los ejemplos más significativos, entregaron al graderío una imagen seria que tranquiliza a aquellos que piensen que no existe fondo de armario.

Lo de Aitor fue de punto y aparte. Una amenaza todo el encuentro que trajo en jaque a la banda izquierda del Levante, si bien en algunas ocasiones sus incursiones fueron hacia el centro, lo que también hizo daño. El ex del Mérida ya fue una de las sorpresas agradables de la pretemporada hasta el punto de convencer a los técnicos para quedarse en la plantilla aunque fuera con ficha del filial. Su papel ayer confirma las mejores previsiones y sitúan en alerta tanto a Salvi como a Álvaro García para que no se relajen ni se sientan titulares indiscutibles.

Analizando línea a línea al Cádiz de Copa, hay que empezar por el portero, Jesús Fernández. Vive a la sombra de Alberto Cifuentes en la Liga, si bien ayer demostró que está preparado. Además de estar muy seguro durante el encuentro, su papel en la tanda de penaltis resultó decisivo al detener tres lanzamientos. Necesitaba el madrileño un partido como el del miércoles para avisar que no está dispuesto a conformarse con su papel de reserva.

En defensa, bien Sankaré a pesar de ser uno de los jugadores que más acusa la falta de ritmo. Sin estar rápido de movimiento, el africano huye de complicaciones y es contundente aprovechando su talla. No obstante no se le vio en una situación comprometida en la que el rival le encarara.

En el centro del campo hay que hablar de los buenos detalles de Abdullah con y sin balón. El francés tiene clase y un estilo vistoso y eficiente con el esférico en los pies. En su caso, además de físico, le falta confianza. En una de las bandas, mucho y bueno de Aitor, cuya verticalidad desbordó a la zaga de la escuadra valenciana. Es rápido y tiene lanzamiento lejano.

Rubén Cruz, como segundo delantero, atesora clase con el balón y tiene buena visión de juego para dar el último pase. Acabó muy cansado porque es de los efectivos de la plantilla que todavía necesita rodarse.

De los que ya se conocen del curso pasado, apuntar la pegada de Dani Güiza, que de nuevo dará mucho si aprovecha sus ocasiones; el oficio de Garrido, al que parece que el tirón de orejas de Juan Carlos Cordero le ha venido de perlas; y el papel de Servando liderando la defensa.

Peor lo pasó Juanjo, que acusa el salto de categoría. El Levante cargó buena parte de su ataque por su lado.

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