El Cádiz se mantiene vivo en la lucha por regresar a la Liga de Fútbol Profesional mientras en los despachos se cuece la venta del club. El accionista mayoritario, Antonio Muñoz, aseguraba a finales de abril que está negociando con cuatro grupos extranjeros. "Está todo muy cerca y puede ser una cuestión de días", apuntaba el empresario.

Uno de esos grupos interesados en el Cádiz es una sociedad brasileña que aterrizó en suelo español a principios de año en busca de un club en el que invertir con la idea de abrirse al mercado europeo. Además de la entidad gaditana, también puso sus miras en el Xerez Deportivo y también en el Cacereño, equipo del grupo I de Segunda División B. Una vez que recorrieron las tres ciudades para mantener contactos, se decantaron por el club de la capital gaditana y en las últimas semanas se han intensificado las negociaciones entre Muñoz y los representantes del susodicho grupo.

La firma sudamericana, que tiene detrás a un conocido empresario estadounidense cuyo nombre no ha trascendido, ve cercana la adquisición de las acciones, señalaba ayer eldesmarquecadiz.es. Las negociaciones están tan avanzadas que el acuerdo podría ser una realidad en cuestión de días, aunque ya se sabe que en el mundo de los negocios nada está cerrado mientras no se haya producido la rúbrica del contrato. Así, todo está abierto y puede pasar cualquier cosa.

El grupo brasileño está en una posición ventajosa para hacerse con las riendas del Cádiz, pero no es el único que está detrás de la entidad centenaria, según el máximo accionista. Muñoz aseguraba hace pocos días que negocia con cuatro firmas la venta de sus acciones.

El Cádiz está en una delicada situación económica. Se encuentra inmerso en un proceso de Ley Concursal encaminado a estudiar la viabilidad del club. El informe provisional de los administradores concursales arrojó una deuda de 13,5 millones de euros. Muñoz puso en venta el club cuando el equipo consumó el descenso a Segunda B en junio del pasado año.