El gol corre por sus venas

David Barral se convierte en el principal baluarte ofensivo al ser el autor de tres de los cuatro tantos que ha marcado el conjunto amarillo en el arranque de la temporada

David Barral, en plena pugna con Pervis durante el partido de Copa contra el Almería. / Julio González
Jesús Jaques Nuche

Cádiz, 07 de septiembre 2017 - 02:06

El Desde que estampó su firma para enrolarse en el Cádiz, David Barral no hace otra cosa que marcar goles. "Me voy a dejar la piel por esta camiseta", anunció el delantero cuando se unió al conjunto amarillo a mediados del pasado mes de julio. De las palabras pasó a los hechos sin transición. No sólo pelea en cada partido como si estuviera dando sus primeros pasos como futbolista, sino que además ve puerta con una facilidad pasmosa hasta el extremo de haberse convertido en poco tiempo en la referencia del equipo en ataque. El brillante inicio de campaña del Cádiz está directamente relacionado con el acierto en el remate de Barral, que empieza el curso como un tiro dispuesto a aportar su grano de arena en forma de goles para contribuir al objetivo primordial de la permanencia y a todo lo que pueda llegar con posterioridad.

"Estaba deseando jugar aquí, sobre todo por disfrutar de este ambiente que no tiene precio", afirmó convencido el ariete en Bein Sports justo después de la victoria contra Almería en la segunda eliminatoria de la Copa del Rey, fraguada con un gol suyo en el ecuador de la primera mitad. Fue su primera diana como cadista en casa y nada más alojar el esférico en la portería se besó el escudo en una señal de amor al Cádiz. Lo hizo delante de su gente, entrega en cuerpo y alma. Nacio para jugar en el Cádiz tarde o temprano.

El de San Fernando está on fire, como le decía hace unos días su amigo Iker Casillas en twitter. Tres partidos, tres goles. Se convirtió en el debutante cadista en emplear menos tiempo en marcar -anotó en Córdoba a los 38 segundos de su estreno como cadista en un encuentro oficial- y sus tantos se traducen en triunfos, como el que hizo de penalti en Lugo el pasado fin de semana. Transformó la pena máxima con sangre fría, la de un veterano de 34 años al que le quedan toneladas de combustible en su motor de futbolista.

De los cuatro goles que acredita hasta la fecha la escuadra entrenada por Álvaro Cervera, el único que no hizo Barral fue el segundo del Cádiz en Córdoba, marcado por Álvaro García. El único partido que los amarillos se quedaron sin perforar la portería contraria (empate a cero contra el Alcorcón en el estadio Ramón de Carranza) no estuvo sobre el césped el artillero isleño, aquejado de un esguince de tobillo -lo sufrió en el Nuevo Arcángel en la jornada inaugural y aguantó en el campo hasta el pitido final- del que se recuperó con mucha mayor rapidez de la esperada en una demostración diáfana de su compromiso. Va a por todas.

Cada vez que juega David Barral, el Cádiz marca y vence y marca él. Lo dicen los números, que no engañan. Su promedio es de un gol por partido y de un tanto cada 71 minutos -acumula 113-. Un balance prometedor con el que se ha metido a la afición en el bolsillo desde el primer momento.

"Contento de defender los colores del Cádiz, tenía ganas de jugar en mi tierra y un orgullo ser un cadista más". Esa fue la carta de presentación de Barral en el equipo amarillo. Se siente feliz con el escudo del Cádiz en su pecho, adaptado al cien por cien a la filosofía del entrenador, que exige el máximo esfuerzo a sus jugadores. El isleño sabe que además de hacer goles debe correr en labores defensivas, una misión que corresponde a todos. Asume el modelo de juego y se entrega a tope. Y además tiene el punto de mira afinado. Dispone de toda la temporada por delante y si mantiene su puntería intacta estará en disposición de establecer su mejor registro goleador en una campaña, que se remonta al curso 2003/04, cuando firmó 17 dianas en el Fuenlabrada en Segunda División B con apenas 20 años.

Eran sus comienzos antes de formar parte de la cantera del Real Madrid. En Primera alcanzó los 14 tantos con el Sporting de Gijón en el ejercicio 2008/09 y 13 con el Levante en el 2014/15.

Su carrera futbolística está jalonada de goles. Atesora 105, una cifra que pretende aumentar durante su militancia en el Cádiz. En ello está David Barral, que sueña con ascender a Primera División con el equipo de su tierra sin olvidar que la prudencia camina de la mano con la humildad. Paso a paso en una competición caracterizada por su extrema igualdad.

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