El mercado de invierno deparó movimientos en las cuatro primeras categorías del fútbol español. Una de las operaciones afectó de lleno a un ex jugador del Cádiz CF.

Dani Romera perteneció al conjunto amarillo en la temporada 2017/18 y en la primera mitad de la 2018/19, ambas en Segunda División. Llegó procedente del Barcelona B, en el que había desempeñado un papel fundamental para ascender a la categoría de plata con 15 goles.

El delantero se formó en el Almería (el equipo de su ciudad de nacimiento), con el que llegó a debutar en Primera División con solo 18 años. Del cuadro rojiblanco pasó al filial azulgrana y del Barcelona saltó al Cádiz CF, donde no terminó de tener protagonismo a las órdenes de Álvaro Cervera.

Dani Romera sumó 33 partidos oficiales y siete goles con el Cádiz CF. En el ecuador del curso 2018/19 salió cedido al Rayo Majadahonda y el 2019/20 lo jugó completo en el Alcorcón prestado por los amarillos, en Segunda División con las dos escuadras.

El almeriense quedó libre en el Cádiz CF en la campaña 2020/21 y se enroló en la Ponferradina (LaLiga SmartBank) y a mitad del ejercicio 2021/22 pasó cedido al Nástic de Tarragona en Primera Federación (antigua Segunda B).

En la presente temporada 2022/23, Dani Romera militaba en el Castellón, en el grupo 2 de Primera Federación. Llevaba siete goles en el cuadro albinegro, segundo clasificado y claro aspirante al ascenso.

El delantero cambia de equipo a mitad de la Liga y firma por el Real Murcia, que ocupa el quinto puesto de ese mismo grupo y compite directamente con su anterior conjunto por ascender a la categoría de plata.