Si los partidos del Cádiz en casa resultan atractivos por fiabilidad que viene mostrando la escuadra amarilla cuando le toca ejercer de anfitrión, la reciente incorporación de Jorge López refuerza los argumentos para acudir al estadio Ramón de Carranza a disfrutar de un equipo que a día de hoy sería líder del grupo IV si sólo se contabilizaran los encuentros como local.

Es un lujo para un equipo que milita en Segunda División B poder contar con la aportación de un futbolista con tanta calidad en sus botas, con su visión de juego... Su participación en la recta final de la temporada eleva aún más el potencial de una plantilla que aspira a meterse en la fase de ascenso como paso previo al definitivo salto de categoría. Una misión difícil, pero no imposible.

El riojano no pudo tener mejor estreno delante de la afición. Su debut oficial con el conjunto gaditano se produjo en la visita al Arroyo (jugó los primeros 45 minutos y ya no salió en la segunda mitad), pero en su puesta de largo en el Carranza, el pasado domingo, no sólo no defraudó sino que dejó un grato sabor de boca. El Cádiz da un gran salto de calidad con su fichaje.

Raúl Agné no lo tiene fácil para encajar las piezas. Con Mikel Martins y Jorge Luque como inquilinos fijos en el centro del campo desde hace varias jornadas, el entrenador buscó acomodo al recién llegado en la banda izquierda. De ese costado partió el experimentado futbolista creativo para tener influencia en el juego desde un lado y también en la zona central en los tres cuartos del ataque cadista. Porque desde la posición de falso de extremo salía Jorge López para incrustarse, en cuanto podía, en la parte central del ataque. Como trescuartista sacó a relucir su clase. Se asoció a las mil maravillas con sus compañeros en tareas ofensivas e intervino en acciones que acabaron en gol. Sirvió un pase de caviar a Juan Villar en una jugada culminada con gol de Airam Cabrera, y participó en el quinto tanto, firmado por Kike López. Aunque hubo pases que no llegaron a su destino, siempre tocó el cuero con sentido.

Y para redondear la tarde, tuvo el acierto de ver puerta con un buen gol gracias a una bonita volea con la izquierda desde la frontal del área. Tuvo la fortuna de que el balón rebotó en un defensa y despistó al portero del Melilla, pero la suerte hay que buscarla y Jorge López la encontró.

Las dudas que pudieran haber sobre el estado físico del veterano futbolista quedaron despejadas el pasado domingo. Aguantó los 90 minutos sobre el césped y el balance global no pudo ser más alentador.