El anuncio de que LaLiga ha denunciado al Cádiz CF y al entrenador del Valencia, José Bordalás, da paso a un estudio minucioso de lo que existe de fondo en esta cuestión. Cierto es que parte del público no reacciono bien contra el valencianista Diakhaby y que tampoco Bordalás estuvo fino mandando callar al respetable, ya que un técnico debe estar al margen. Quizás el 'numerito' generado en el encuentro de la segunda vuelta de la pasada temporada, en el entonces estadio Carranza (ahora Mirandilla), dejó una mala imagen de la Liga española que ahora puede pasar factura.

El colegiado del encuentro no reflejó nada en el acta de lo que sucedió en el choque entre amarillos y blancos. Pero el director de partido sí se hizo eco del trato de una parte de los espectadores con Diakhaby y posteriormente con Bordalás cuando éste mandó callar al público, un gesto también recogido en el informe por parte del director. Es por el ello que el entrenador ha entrado en el paquete de denuncias de este partido.

La sensación es que a LaLiga le molestó sobremanera lo sucedido en el choque de la temporada pasada, cuando aquel Cádiz CF-Valencia (2-1) estuvo parado por espacio de 25 minutos cuando el defensor del conjunto levantino se quejó de un insulto racista de Juan Cala, defensa del Cádiz CF, que nadie escuchó ni recogieron los numerosos micrófonos que forman parte del dispositivo audiovisual de un encuentro de Primera División. Fueron muchos los días y las semanas hablando de aquel incidente que dio la vuelta al mundo y que no dejó en buen lugar al fútbol español.

Cabe recordar que desde el Valencia, su presidente, Anil Murthy, cargó en diferentes ocasiones contra Juan Cala, el Cádiz CF e incluso LaLiga, a la que acusaba de no estar preparada antes ese tipo de situaciones ni que contara con un protocolo. Lo dicho, la buena venta que habitualmente hace Javier Tebas de la conocida como Liga Santander quedó ensombrecida por un episodio muy incómodo.

Nadie profundizaba en el tema la semana previa al reencuentro del Cádiz CF y el Valencia en un terreno de juego, si bien de fondo existía cierta preocupación por todas las partes de que la tensión se pudiera cortar con un cuchillo. Hay voces de la masa social del conjunto gaditano que han asegurado a este medio que cuando Diakhaby salió a la calentar a la banda de Tribuna, su risa mirando a la grada no cayó bien en el respetable al entenderlo como una provocación. Si a eso le unimos que Bordalás decidió su participación en el encuentro, pues se dieron todos los ingredientes para que la fiesta del fútbol no saliera bien.

La denuncia de LaLiga tiene ahora un recorrido burocrático hasta que se conozca el desenlace, que todo apunta que será una multa para el Cádiz CF y para el entrenador del Valencia. Pero de fondo puede haber mucho que lo que pasó la campaña pasada y un aviso para que definitivamente ambos clubes firmen la paz para que cada encuentro entre estos equipos no se convierte en una cita de alta tensión.