El Cádiz CF sigue en caída libre. La pregunta es hasta cuándo. Va de mal en peor sin que nada ni nadie lo remedie. El desplome a la zona de descenso es cuestión de poco tiempo si continúa sin dar señales de vida o algunos de los rivales que van aún peor se ponen las pilas.

Los números no engañan. Todo lo contrario. Reflejan la realidad para bien o para mal y en este caso pone sobre la mesa el hundimiento de un equipo atrapado en un laberinto sin salida.

El buen comienzo de temporada (dos victorias y un empate en los cuatro episodios iniciales) no hacía presagiar la crisis en la que se iba a adentrar un Cádiz CF que con el avance del campeonato va a claramente a menos como demuestran las cifras.

Y es que ya son ocho, nada menos que ocho, las jornadas consecutivas sin ganar con un balance de sólo tres puntos (fruto de tres igualadas) de los últimos 24. Es decir, 21 puntos perdidos con cinco goles a favor y 13 en contra (casi el triple).

Siempre ocurre algo para que el equipo amarillo no se reconcilie con la victoria, pero el colmo fue el encuentro ante el Getafe que el lunes 6 de noviembre clausuró el 12º capítulo liguero. Perder ante un rival en inferioridad numérica es un paso más en la degradación de un conjunto gaditano que ahora mismo no se sabe hacia dónde va más allá de acercarse cada vez más a las posiciones que conducen al abismo.

Los marcadores negativos y falta de reacción ponen en la picota al técnico, Sergio González. Los entrenadores viven del aire que le dan los resultados y cuando éstos se resisten su situación se vuelve delicada como es el caso actual.

Es difícil aguantar una racha tan nefasta sin que las miradas apunten al inquilino del banquillo, y más cuando el equipo tira a la basura 45 minutos de superioridad numérica ante un rival que dio todo un ejemplo de cómo actuar en una coyuntura adversa.

Se esperan reuniones inminentes en la cúpula de la entidad cadista y la dirección deportiva. Tendrán que decidir si mantienen la confianza en un entrenador que ahora mismo queda muy tocado tras la vergonzosa actuación del equipo en Getafe. Es tiempo de reflexión y decisiones en un sentido u otro.