La tranquilidad es la tónica general en la plantilla del Cádiz CF. Los jugadores, como el resto de los ciudadanos, no deben salir de casa, asumen la situación actual y trabajan con planes individualizados una vez que se no pueden desarrollar entrenamientos colectivos.

El fútbol es un deporte de equipo, pero ahora toca ejercitarse en solitario. La última sesión en grupo se remonta al pasado 13 marzo a puerta cerrada en las instalaciones de la Ciudad Deportiva de El Rosal (Puerto Real).

Los componentes de la plantilla se las arreglan como buenamente pueden para hacer labores de mantenimiento físico en sus domicilios. Se trata de que el parón pase la menor factura posible. Y también es importante cumplir las pautas alimenticias para no subir de peso.

Cuando los hombres de Álvaro Cervera regresen a la competición, habrá pasado un periodo aproximado de dos meses desde el último partido (la visita al Lugo el pasado día 6). Mientras, a día de hoy todos están sanos. Impera la normalidad.

Cuando en el club decidieron el pasado domingo suspender los entrenamientos colectivos para dar paso a las sesiones individuales, acordaron mantener una reunión telemática el viernes 20 de marzo para para abordar el plan que se adoptará la siguiente (la que comienza el día 23) semana en función de los acontecimientos.

Del encuentro vía telemática que en principio tienen previsto mantener el viernes los servicios médicos, la dirección deportiva, el cuerpo técnico y los capitanes saldrá los pasos a seguir en las próximas fechas.

Salvo sorpresa, los entrenamientos en grupo seguirán suspendidos la semana que viene, con España en estado de alarma. La cuestión es el plan que siguen los futbolistas.