Cádiz CF

La mejoría infructuosa del Cádiz CF

  • El equipo no consigue traducir en resultados su evolución en el juego

Negredo se tapa la cara con sus manos en el partido contra el Levante.

Negredo se tapa la cara con sus manos en el partido contra el Levante. / Julio González

unos piensan que si el Cádiz CF no venció al Getafe (empate a uno) en el estadio Nuevo Mirandilla (antes Carranza) el pasado sábado de 19 de febrero es difícil que gane un partido. Otros se agarran al argumento de que jugando así de bien acabará encontrando el camino de la victoria. Opiniones hay para todos los gustos. Realidad hay una: pasan las jornadas y el equipo continúa al borde del abismo en una pemanente agonía una semana tras otra.

La cuestión es cuándo logrará el Cádiz CF, si es que lo hace, adentrarse en una secuencia de triunfos que le permita incrementar sus posibilidades de renovar el pasaporte de la Primera División. El tiempo juega en su contra. Pasan las semanas y no termina de dar una zancada larga con la que salir del pozo. Ganar es vivir. No ganar es morir.

El conjunto amarillo firmó ante el Getafe una de las actuaciones más brillantes que se le recuerdan en los últimos años. Dominó el partido de principio a fin, fue superior al rival, se mostró intenso, generó ocasiones y hasta brilló en el juego. Hizo todo lo que debía excepto lo más importante: meter un gol más que el adversario.

Tuvo que lidiar con el inconveniente de un madrugador gol en contra aunque no sólo no se rindió sino que acumuló méritos sobrados para culminar una remontada que le hubiese otorgado un doble impulso: clasificatorio y anímico. Pero la realidad es otra.

Lo hizo todo bien el equipo de Sergio González en un día importante pero no consiguió lo que buscaba y necesitaba, que eran tres puntos vitales en su desesperada lucha por abandonar una zona de descenso en la que reside sin descanso en las últimas once jornadas de Liga.

Pocos pueden discutir la notable mejoría en el juego experimentada por un Cádiz CF que apuesta sin rodeos por el balón como vía para buscar el éxito. Atesoró casi un 65 por ciento de posesión en el duelo ante el cuadro madrileño. Llevó el mando, fue valiente y arriesgó con cabeza, consciente de la relevancia del envite.

El Cádiz CF expone todo lo que tiene sobre el tapete. Los futbolistas exprimieron hasta la última gota de sudor y se asociaron como nunca lo habían hecho.

Pero la estética no siempre se traduce en resultados. Lo que vale es la victoria y la mejoría de momento no tiene reflejo en la cuenta de puntos.

La afición se marchó del estadio con un sabor agridulce. Ve cómo la salvación se vuelve más complicada y su equipo sigue sin vencer en casa, aunque nada puede reprocharle porque lo dio todo sobre el césped y rayó a gran nivel. El único pero es el gol que resistió. La falta de pegada se alía con la ausencia de una pizca de fortuna

El asidero al que se agarra el planeta cadista es que su equipo prolongue su buen juego y las sensaciones positivas las convierta en victorias.

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