Tras un mal inicio de temporada, con siete jornadas sin ganar, pocos podían imaginar lo que vendría después, cómo sería capaz de levantarse el Granada CF, el próximo rival del Cádiz CF el lunes 28 de febrero (26ª jornada de Liga).

Los de Robert Moreno fueron capaces de revertir la situación para empezar a ganar partidos y, poco después, enlazar siete jornadas sin perder, lo que era algo inédito para los nazaríes en la máxima categoría en décadas.

Justo a partir de ahí ocurrió lo contrario. Era el mejor momento del equipo rojiblanco, nadie podía esperar que se regresara, y hasta empeorara, lo que ocurrió al principio, ya que algunos incluso empezaban a mirar para arriba.

Nada más lejos de la realidad. Vuelve a estar el Granada siete partidos seguidos sin vencer y, lo que es peor, con cinco derrotas consecutivas en los cinco últimos encuentros de LaLiga Santander disputados.

Esto significa regresar a algunos de los peores momentos de la era más moderna de la entidad, ya que el Granada no perdió cinco partidos seguidos en la élite desde hace cinco campañas, en concreto desde hace casi un lustro.

Ahora son Getafe, Osasuna, Real Madrid, Real Sociedad y Villarreal. Cero puntos de quince posibles. Da escalofríos leerlo y escribirlo. Y eso sin entrar a analizar el rendimiento y las sensaciones mostradas en esos choques, que no han sido, en líneas generales, demasiado buenas.

Fue en la temporada 2016-17, con el inolvidable Tony Adams en el banquillo, el famoso ex jugador que se sacó de la manga Jiang Lizhang. Dijo el inglés cuando llegó al banco que el equipo iba a ganar todos los partidos. Como futurólogo no tiene precio, porque los perdió todos.

Acabó el Granada ese curso con ocho derrotas seguidas, ante Valencia, Celta, Sevilla, Málaga, Real Sociedad, Real Madrid, Osasuna y Espanyol.

Como es tan lógico como triste cuando se recuerda, el equipo acabó sufriendo un triste y vergonzoso descenso a Segunda, donde estuvo hasta que Diego Martínez apareció para liderar la época más brillante del club en toda su historia.

La situación ahora no es, ni mucho menos, tan dramática, básicamente porque el Granada está, pese a su pésimo momento, con cuatro puntos de ventaja sobre el Cádiz CF y el Alavés, que son los dos equipos que marcan el corte del descenso.

Esa renta no va a moverse al final de esta jornada porque los tres equipos, los dos andaluces y el vitoriano, han jugado ya. Sólo falta por hacerlo el Levante, que cerrará la jornada el lunes ante el Celta pero que no podrá abandonar el farolillo rojo aunque gane porque ahora está a cuatro puntos de sus antecesores.