Cádiz CF

Entre la brillante reacción en la nueva Condomina y la debacle en Heliópolis

  • La incógnita reside en cuál será la versión que ofrecerán los amarillos en el duelo provincial

¿Qué versión ofrecerá el domingo el Cádiz en La Línea? ¿La buena (victoria por 1-2) que dio en la nueva Condomina? ¿la mala (derrota por 3-2) que desempolvó en la Ciudad Deportiva Luis del Sol? ¿La del doctor Jekyll o la de míster Hyde? Esa es la incógnita que quedará despejada, en un sentido o en otro, en el Municipal de La Línea en el duelo provincial encuadrado dentro de la 32ª jornada de Liga. El equipo amarillo afronta esta semana la complicada tarea que supone disputar de manera consecutiva dos partidos de Liga como visitante. Como máximo podrá sacar tres puntos en sus dos salidas seguidas después de perder otros tantos en su comparecencia para olvidar en el campo del Betis B.

El Cádiz dispuso de la ventaja de ejercer un par de veces como local de manera concatenada a lo largo del campeonato, pero sólo aprovechó una de ellas para embolsarse los seis puntos. Fue en los choques contra el Real Jaén (2-0) y Recreativo de Huelva (2-1), el que cerró la primera vuelta y abrió la segunda. Fue cuando los gaditanos lograron por fin ganar dos partidos seguidos y abrieron su primera racha positiva que se prolongó un partido más con los tres puntos conseguidos en Cartagena (0-1) y se quebró con la derrota en casa frente al Granada B (0-1).

Los dos anteriores duelos seguidos en el estadio Ramón de Carranza fueron ante el Betis B y la Balona, pero entonces los amarillos sólo fueron capaces de sumar cuatro puntos. No pasaron de empate sin goles ante el filial verdiblanco y paladearon una sufrida victoria por la mínima ante los albinegros en una clara demostración de la previsible igualdad con la que se desarrollará el encuentro en el municipio linense.

Ahora le toca culminar su doble visita con la obligación de buscar tres puntos con los que reparar el daño sufrido el pasado fin de semana en territorio sevillano. El problema radica en la irregularidad de un equipo capaz de lo mejor y de lo peor. Es el único que ganó en el terreno del líder y además lo hizo con capacidad de reacción para levantar un gol en contra y con oficio para sorprender a un Real Murcia al que inoculó el virus de las dudas. Ese valioso triunfo impulsó a un Cádiz que se adentró en su mejor dinámica de la temporada con un póquer de triunfos seguidos que le hicieron recuperar su confianza y sus posibilidades en la batalla por el liderato.

Los amarillos pasaron de estar a una lejana distancia de 11 puntos a cinco del primer puesto que hubiese sido tres de haber salido con la victoria del feudo del filial bético. Lo tuvo todo a su favor, 0-1 y un penalti a favor, pero el oficio que que había desplegado en Murcia desapareció por completo frente al penúltimo clasificado.

De poder meterse de lleno en la lucha por el trono pasó a quedarse alejado a seis puntos con un golpe tan duro como inesperado.

El Cádiz resurgió donde más difícil lo tenía, en Murcia, y se cayó con todo el equipo cuando parecía lanzado ante el segundo rival más endeble, según refleja la clasificación del grupo IV (el Betis B es inquilino de la penúltima posición).

El conjunto entrenado por Claudio Barragán es capaz de lo mejor y lo peor, como se empeña en demostrar. En La Línea está obligado a esquivar los fantasmas y dejar claro que lo sucedido en Heliópolis fue un accidente. El objetivo es llegar lo más alto posible a la fase de ascenso y enfrascado en una dinámica positiva.

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