El domingo se enfrentan en el Municipal de La Línea (a partir de las cinco de la tarde) dos equipos de la misma provincia que predican filosofías antagónicas. La Balona se caracteriza por su decidida apuesta por una plantilla con un mínimo de continuidad, mientras que en el Cádiz el paso de los jugadores es efímero, con un plantel tan cambiante que apenas queda rastro entre una temporada y la siguiente. Es el precio que se paga por la exigencia de un ascenso que no termina de concretarse por mucha variación que se produzca de uno año para otro. El Cádiz no halla la fórmula mágica para regresar a los brazos de la categoría de plata.

Una vistazo por la lista de cada conjunto permite apreciar con meridiana claridad la diferencia entre uno y otro. Más de la mitad de la plantilla de la escuadra linense acredita más de una campaña de albinegro: hasta 12 jugadores -de una veintena- conocen de sobra el universo balono y acumulan tiempo más que suficiente para tejer unos lazos que trascienden más allá del vínculo laboral: Mateo, Lolo Soler, Manu Palancar, Javi Gallardo, Carlos Guerra, Olmo, Joe, Ismael Chico, Ximo Forner, Juampe, Canario y José Ramón. En el cuadro de la capital de la provincia gaditana se cuentan con los dedos de una mano aquellos que rebasan un ejercicio vestidos de amarillo y azul. Sólo cuatro: Servando, Andrés Sánchez, Mantecón y Fran Machado. Los demás son todos nuevos esta temporada.

Mientras Ismael Chico cumple su décima temporada en la Balona, Andrés Sánchez es el único integrante del Cádiz que alcanza el trienio. Los otros tres cumplen la segunda. Es la muestra más palpable de la estabilidad de un plantel y la volatilidad de otro. En el equipo de La Línea hay más futbolistas con una prolongada estancia: Carlos Guerra se halla inmerso en su noveno curso, Javi Gallardo va por el octavo, Olmo recorre el sexto, al igual que Juampe, Mateo y Joe están en su cuarta campaña... Jugadores que han disputado dos fases de ascenso con su equipo y que en el actual campeonato pelean por amarrar de manera definitiva la permanencia. Ahí están, para lo bueno y para lo malo.

La continuidad de buena parte del plantel balono hace que la afición albinegra se identifique con un equipo que conocen al dedillo. Todo lo contrario que la hinchada cadista, obligada a hacer borrón y cuenta nueva en el arranque del curso. Futbolistas que llegan y se van y el club sigue estacando en la categoría de bronce. De hecho, el Cádiz fue el equipo que más fichó en el mercado de invierno, en el que hizo siete incorporaciones después de realizar otros tantos descartes. Es decir, renovó un tercio de la plantilla a mitad de temporada.

Es posible que el domingo haya ocho o nueve jugadores en la alineación de la Balona con más de un año de antigüedad en el equipo que actuará como local. El Cádiz, sin embargo, podría presentar un once formado por futbolistas nuevos de esta temporada. Andrés Sánchez, el único titular de manera habitual de los cuatro que llevan más de una campaña, está sancionado y no podrá participar. Si no entran de inicio Servando, Mantecón o Fran Machado, la capitanía recaerá sobre uno de los futbolistas que llegaron esta campaña.