No es para menos. El Cádiz seguirá una temporada más entre los grandes del fútbol español y el cadismo lo celebra como corresponde. Tras la fiesta inicial del equipo y los seguidores desplazados en el escenario de la épica gesta, Mendizorroza, en donde el equipo amarillo logró una agónica victoria (0-1) que llegó acompañada del tropiezo del Granada en el Nuevo Los Cármenes contra el Espanyol (0-0), la afición continuó con las celebraciones en la otra punta de España, la Tacita de Plata.

Miles de personas se echaron a la calle en la capital gaditana, tomando literalmente las Puertas de Tierra, para festejar un logro que hace una semana parecía inalcanzable, sobre todo porque depender de terceros en estos casos no suele acabar con un final feliz.

Además de los baños en la fuente, de agradecer con las altas temperaturas de los últimos días, los coches haciendo sonar sus claxon y las camisetas, banderas y bufandas por doquier acararon la atención en un domingo de mayo que quedará grabado en la retina del cadismo para siempre.

Con el Carnaval en el horizonte cercano, el concurso de coplas en el Falla y el verano a la vuelta de la esquina, el éxito de los pupilos de Sergio González edulcoró definitivamente una noche de plenitud que arrancó con más miedo que otra cosa. Los temores se tornaron en sonrisas.