Cádiz CF

Vidakovic continúa pero pierde crédito en el club

  • El apoyo de Suárez y la mala situación económica salvan, de momento, la cabeza del técnico, que se juega su permanencia en el banquillo en los próximos partidos

La preocupante situación del equipo después de las primeras doce jornadas de Liga fue el principal asunto que abordó ayer el consejo de administración del Cádiz en su reunión con la dirección deportiva. Los rectores del club, a través de una comisión encabezada por el presidente, Enrique Huguet, analizaron con Roberto Suárez los problemas que está teniendo el conjunto amarillo en su triste andadura por el infierno de la Segunda División B.

Como no podía ser de otra manera, el nombre de Risto Vidakovic y su trabajo salieron a la palestra. Una ley no escrita en el mundo del fútbol dice que un entrenador depende siempre de los resultados, y las cuatro derrotas del equipo gaditano han puesto al técnico serbio en la picota.

Suárez fue quien apostó por él para llevarlo al Cádiz y ayer fue su principal valedor ante la comisión deportiva del consejo de administración, que decidió mantener su confianza en el míster a la vez que reclamó una reacción inmediata para despejar cualquier tipo de duda. El sueño del ascenso a Segunda y la ilusión de una afición desencantada están en juego.

El director deportivo reconocía que la evolución del cuadro amarillo no está siendo positiva después de doce jornadas y señaló que se está intentando cambiar en busca de una mejora. Para encontrar esa mejora confía en el actual entrenador. La condición del consejo es clara: se debe notar la mejoría desde el próximo partido.

El presidente, Enrique Huguet, aseguraba anoche a este periódico que "no se trata de un ultimátum, se trata de que los resultados son necesarios porque las necesidades del Cádiz son las que son, el objetivo del ascenso es irrenunciable". Huguet confía en que el equipo enderece el rumbo.

De cara al exterior, el Cádiz muestra su apoyo sin fisuras a Vidakovic. Nada de ultimátum, al menos de manera oficial, pero el serbio sólo salvará su cabeza el domingo con un triunfo. Y es que el balcánico va perdiendo apoyos entre los dirigentes del Cádiz. Algunos de ellos, siempre en clave interna, cuestionan su labor al frente del equipo y apuestan por un cambio en el banquillo. La dolorosa derrota en Lepe contra el modesto San Roque colmó la paciencia de algunos consejeros que desde entonces abogan por un giro. Otros, sin embargo, opinan que el técnico merece un margen de confianza porque sólo se han disputado doce jornadas y hay tiempo de sobra para mejorar y aspirar a algo más en la clasificación.

Y en medio está la complicada situación económica de un club asfixiado por las deudas e inmerso en un procedimiento de administración concursal que dificulta cualquier operación que suponga un gasto extra. La destitución del técnico y la contratación de otro lo sería y además tendría que pasar el filtro de los encargados de gestionar el proceso.

Lo que está claro es que a Vidakovic le queda poco saldo en una cuenta que debe engordar a base de victorias. El entrenador se la jugará ahora en cada partido y recuperará la plena confianza del entorno si el equipo es capaz de encadenar varios triunfos consecutivos que aporten algo de serenidad. Si el Cádiz no gana el domingo, sus horas estarán contadas... si el club consigue dinero.

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