El entrenador del Cádiz no le da demasiada importancia a la menor presión que puedan tener los suyos al jugar fuera, alejados del run-run del Ramón de Carranza. “A nosotros siempre nos ha gustado más jugar en casa. Es verdad que los últimos partidos ni los hemos ganado ni los hemos jugado bien, pero siempre nos ha gustado más jugar en casa”.

Sobre el rival de turno, Las Palmas, advierte de la complejidad de la cita. “Vamos a un campo difícil, un rival complicado, que seguramente no está en los números que pensaba a principios de temporada. Los últimos dos partidos en su campo los ha perdido, tres entrenadores en lo que va de campaña... Un poco convulso, pero en un partido puede pasar de todo. De hecho creo que ahora mismo son más peligrosos que hace un mes. Va a ser un partido exigente seguro, ellos van apretados y nosotros también”.

Tampoco le da muchas vueltas a los comentarios de futbolistas canarios y del entrenador Pepe Mel sobre la presión ambiental. “Las exigencias en el fútbol son normales, se exige porque la gente quiere a su equipo arriba, que gane, pero algunos futbolistas lo llevan bien y otros no. Lo normal”.