Salvi Sánchez es uno de esos modestos del fútbol que cuando jugaba en el Atlético Sanluqueño mientras alternaba el balón con el trabajo, soñaba cada noche con poder dedicarse exclusivamente al deporte rey y llegar a lo más alto. Salvi está ya en lo más alto del fútbol español, viendo a los mejores, y cuando se tuvo que retirar en camilla por el tremendo golpe en el Cádiz CF-Granada (1-1), una fea pesadilla le pasó por la cabeza: no poder enfrentarse a todo un Real Madrid. El sueño de aquel obrero que soñaba con ser jugador profesional.

Antes de que acabara el choque entre el conjunto gaditano y el granadino, el futbolista natural de Sanlúcar de Barrameda estaba camino del hospital Puerta del Mar porque había quedado noqueado como consecuencia de un choque involuntario con su compañero Conan Ledesma. El club cadista confirmaba que el extremo se iba a quedar toda la noche en observación en el centro sanitario debido a que sufría una contusión torácica y conmoción cerebral.

Salvi quedó conmocionado en el césped y el susto para él y sus compañeros fue importante durante esos primeros minutos hasta que consiguen estabilizaran al jugador. Los responsables médicos hicieron ver a Álvaro Cervera que era necesario efectuar su sustitución. Después de toda la noche en observación en el Puerta del Mar, fue dado de alta y regresó a su domicilio.

El parón de la competición en Primera División ha venido de perlas al futbolista porque le ha dado un margen mayor de tiempo para pasar página de aquel golpe. Salvi entrena con normalidad junto al grueso de la plantilla y el entrenador sabe que puede contar con sus servicios para buscar la campanada del año en Valdebebas. La velocidad de Salvi es uno de los argumentos de mayor riqueza de Cervera para tratar de dar forma al milagro de sorprender a uno de los grandes equipos del planeta fútbol.

Salvi no se quiere perder el choque en la capital de España, tener frente a frente a primeras espadas del fútbol mundial y aportar todo lo que lleva dentro y más para que el Cádiz pueda estar, dentro de sus posibilidades, a la altura más cercana que exige un Real Madrid.

El duelo en el Estadio Alfredo Di Stéfano no es un ascenso de categoría de los dos que ha vivido el extremo, pero sí tiene mucho de premio personal por el logro de estar en un partido de esa índole. Aunque lo normal es que el Cádiz se quede sin premio en ese duelo, jugadores como Salvi tendrán una sensación interior diferente por lo que supone haber peleado cuerpo con cuerpo con el conjunto blanco. Si además el Cádiz CF es capaz de puntuar, hay motivos para una fiesta.