Estoy asombrado
Quique Pina, en El Rosal
CÁDIZ | SEVILLA ATLÉTICO
El consejero anima a la plantilla antes del importante encuentro
Quique Pina estuvo ayer en la Ciudad Deportiva de El Rosal, n Puerto Real. No dispone de las funciones de gestión deportiva del Cádiz pero mantiene contacto directo con la plantilla, como ayer quedó de manifiesto con la visita y posterior reunión a la conclusión del último entrenamiento antes del envite liguero contra el Sevilla Atlético.
Poco ha trascendido de ese encuentro entre el máximo responsable de la confección del plantel -junto con el director deportivo, Juan Carlos Cordero- con los jugadores y el cuerpo técnico. Pina transmitió un mensaje de tranquilidad y ánimo a los futbolistas después de los tres partidos consecutivos -frente al Numancia, el Lorca y el Osasuna- sin poner en práctica el verbo ganar. Todos son conscientes de la importancia de la cita de esta tarde frente al filial sevillista y se sucedieron las palabras de apoyo para buscar los tres puntos y continuar en la parte alta en la clasificación en la lucha por el ascenso.
Pina fue desposeído de sus atribuciones como gestor de toda la parcela deportiva del club por parte del Consejo de Administración tras su ingreso en prisión el pasado 2 de febrero en su condición de investigado por presuntos delitos de blanqueo de capitales, insolvencia punible y contra la Hacienda Pública. Una vez que quedó en libertad con cargos 19 días más tarde, su intención era recuperar los poderes en la entidad cadista pero se ha topado con el portazo del Consejo, que está controlado por el presidente, Manuel Vizcaíno. La situación actual se halla entre la petición formal de Pina al Consejo para que le devuelva sus funciones y la respuesta del club, un trámite todavía no resuelto del todo aunque el desenlace, salvo sorpresa, será una respuesta negativa.
El murciano dejó de ser consejero delegado pero de momento continúa como consejero aunque en minoría en un órgano compuesto por tres miembros: Vizcaíno, Jorge Cobo -hombre de máxima confianza del presidente- y el propio Pina. Dos contra uno en una batalla institucional abierta y que irá a más mientras prosigue la instrucción de la conocida como Operación Líbero en la Audiencia Nacional.
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