Este Cádiz ilusiona. Vaya que sí. Ganó su octavo Trofeo Carranza con autoridad, sin recibir un gol y con una imagen esperanzadora para la dura temporada que se avecina. Anoche, contra todo pronóstico, se despachó al poderoso Málaga en una segunda mitad de libro. Ni las estrellas del jeque Al Thani pudieron apagar el fuego de un cuadro costasoleño que sufrió su primera derrota del verano ante un Cádiz que supo maniatar a su adversario y se permitió el lujo de ampliar la ventaja sin demasiados apuros.

Los pupilos de Jose González ofrecieron a la afición un jugoso aperitivo de las barbacoas con un enorme despliegue físico, una férrea disciplina y una eficacia en ataque propia de equipos de superior categoría. Juanjo y Dioni demostraron que pueden dar tardes de gloria al conjunto gaditano.

Jose sólo efectuó tres cambios respecto al duelo frente al Udinese. Camille, Ferreiro y Dieguito fueron las novedades de un once en el que volvía destacar la presencia de Héctor Yuste y Óscar Pérez en la centro de operaciones. La polivalencia de Toti le condujo de la media punta del pasado jueves a la banda izquierda en la final. Manuel Pellegrini dio descanso a todas las estrellas de un Málaga superior en el primer acto que ya avisó a los cinco minutos con una rápida acción que acabó en gol de Rondón, aunque no subió al marcador por fuera de juego de Gámez, que había centrado.

Los amarillos no se amilanaron y ofrecieron resistencia a la evidente superioridad técnica de un equipo suplente pero de Primera División. Contuvieron las acometidas de los visitantes y trataron de aprovechar las contadas llegadas a la meta defendida por Rubén.

Akinsola fue el primer jugador local en ver puerta con un disparo lejano que llegó manso a las manos del meta mediada la primera mitad. La respuesta malagueña fue inmediata con una ráfaga de oportunidades. Primero, un zapatazo desviado de Maresca a pase Rondón. Sin tiempo para respirar, una bella jugada de Seba y remate de Buonanotte que se marchó junto a un palo. Y a renglón seguido, el excadista Duda mandó un cabezazo por encima del larguero.

Cuando el Málaga mandaba con autoridad, llegó la mejor ocasión cadista. A la media hora, Akinsola -individualista en algunos lances- condujo un contragolpe que culminó con un derechazo desde la frontal del área que Rubén desvió a córner. Pero los malagueños tenían entrada gratis para acceder al área amarilla. Entre Rondón y Monreal fabricaron una pared a la que sólo le faltó el remate muy cerca de Aulestia. Después de le tocó a Seba con un zurdazo que repelió el héroe de la primera semifinal.

Una defectuosa cesión de Kris a su portero estuvo a punto de convertirse en el primer gol del Cádiz. Rubén llegó una décima de segundo antes que Óscar Pérez para que el balón rebotara en el medio y se perdiera por la línea de fondo.

Las fuerzas se equilibraron tras el intermedio hasta que la tortilla dio media vuelta. El Málaga dominó sólo en el arranque hasta que empezó el monólogo cadista. Toti apareció por la banda izquierda mientras Juanjo entraba por Akinsola en busca de frescura en ataque. La primera ocasión clara del segundo acto la pusieron los amarillos con un misil de Óscar Pérez rechazado por Rubén. Los pupilos de Jose se envalentonaron mientras los malagueños perdieron la brújula. Pellegrini reaccionó y puso en el campo a Apoño, Cazorla y Van Nistelrooy. Jose fortaleció el centro con Moke y buscó más velocidad con Barrancos.

Las estrellas del magnate no evitaron la sorpresa. A menos de cuarto de hora para el final, el Cádiz cobró ventaja. Camille se internó por la izquierda, colocó el balón en el corazón del área y Juanjo, en boca de gol, cabeceó sin oposición al fondo de la meta malaguista. El pichichi de Segunda B se estrenó como artillero del Cádiz y la afición estalló de júbilo.

El Málaga se fue arriba, Joaquín salió a la desesperada, pero el Cádiz no dejó jugar, apenas sufrió y se permitió el lujo de redondear la faena con otro tanto, esta vez de Dioni. Eso sí, un minuto antes, el árbitro invalidó una acción del Málaga de apariencia legal que acabó con gol de Van Nistelrooy.