Palabra de Dani Güiza

Dani Güiza quiere empezar en el Cádiz con buen pie. El pasado es pasado y así se ha apresurado a dejarlo claro al asegurar ayer en conversación telefónica con Diario de Cádiz que, si alguna vez ofendió o molestó con sus palabras, desde luego está dispuesto a ganarse el perdón en el campo, a pedir disculpas de la mejor manera que puede hacerlo un futbolista, con compromiso y, en su caso al ser un delantero, marcando goles. Obviamente, sus declaraciones también confirmaban en la misma medida que el fichaje está prácticamente cerrado. De hecho, el jerezano admitió que su llegada podría ser inminente.

Por extraño que pueda resultarle a los más escépticos del lugar, el internacional se muestra ilusionadísimo con esta nueva etapa que afronta en la recta final de su carrera. Al contrario de lo que cabría esperar de un jugador veterano, a sus 35 años Güiza no puede disimular cierto nerviosismo ante el reto de vestir la elástica amarilla. Tiene motivos para ello. Las dudas le atenazan. Dudas por cómo será recibido por culpa de comentarios desafortunados que en su día hizo sobre el Cádiz y de los que ahora se arrepiente. Nada de una gravedad que lo convierta en imperdonable, pero ya se sabe: la memoria es frágil sólo cuando conviene.

"En la vida todos nos equivocamos y yo me equivoqué", reconoce, asegurando que "si alguna vez ofendí a alguien con mis palabras, pediré disculpas al cadismo con compromiso y goles".

Listo donde los haya dentro del área, Dani demuestra igualmente inteligencia para entender que en cierto modo tiene en su mano cambiar la opinión de la afición, de la que espera ganarse el respeto porque "cuando la gente me conozca todo será diferente". "Y no quiero ni pensar cuando nos veamos en Segunda", apunta. Porque si alguna cosa tiene bien clara el atacante es que lo más importante de todo, por encima del éxito individual, es el bien del colectivo, el ascenso vaya, "llevar al equipo a Segunda".

"En el Cádiz se va a ver a un Güiza distinto, con un compromiso a muerte", advierte, consciente, eso sí, de que por su posición en el rectángulo de juego, por el dorsal que con toda seguridad lucirá, el 9, los seguidores esperan encontrar en él a ese goleador que tantas veces ha necesitado y no ha tenido el Cádiz. "No sé si marcaré muchos goles, pero puedo asegurar que sudaré la camiseta como el que más", indica.

El revuelo inicial del cadismo por la posible llegada del campeón de la Eurocopa de 2008, con comunicados incluso en contra de su incorporación, se ha transformado con el paso de las horas y la corriente parece que empieza a tomar nuevo rumbo. Dani Güiza no es ningún demonio, por más que la bisoñez le empujara a adentrarse en el infierno para el cadismo, y la única realidad que debe importar ahora es que su aportación, por calidad, por experiencia, podría convertirse en un elemento decisivo para luchar primero por terminar entre los cuatro de cabeza del Grupo 4, que esta temporada se presenta más reñido que la pasada, y posteriormente por sacar adelante las eliminatorias de ascenso de una vez por todas.

El presidente, Manuel Vizcaíno, ha calificado ya al jerezano como "la guinda" de la plantilla, aunque todavía no ha concretado cuándo se hará oficial su fichaje. El futbolista, también discreto en este sentido, sí se atrevió anoche a dar una pequeña pista al dejar entrever que su llegada se antoja inminente, "antes de lo que la gente se espera". Horas o pocos días, pero todo apunta a que el delantero elegido ya tiene nombre y apellido. Bienvenido.