Al margen del tema estrella que surgió inesperadamente por la presencia de Quique Pina y los momentos de tensión que ello motivó, la junta general ordinaria y extraordinaria del Cádiz se desarrolló sin sorpresas y con todo lo previsto según el guión.

En el apartado de las cuentas, los responsables de la sociedad anunciaron que el pasado ejercicio 2018-19 se cerró finalmente con un beneficio neto de 1.800.000 euros, con unos ingresos que alcanzaron los 17.480.000 euros y unos gastos que se dispararon hasta los 14:993.000 euros.

Por lo que se refiere al presupuesto para la presente temporada 2019-20, la previsión del club fija los ingresos en una cifra algo superior, en 17.930.000 millones, al igual que los gastos, que llegan a los 15.400.000 euros, de tal forma que, si se cumplen los números, el beneficio antes de impuestos se elevará hasta los 2.530.000 euros, que en realidad se quedará en 1.889.000 euros, casi la misma cantidad que el pasado curso.

Todo ello, claro está, siempre y cuando se cumplan las previsiones, algo que el propio presidente advierte que puede no suceder porque pueden producirse variaciones por diversos motivos.

Del mismo modo, la junta general cumplió también como punto del orden del día con el del nombramiento del nuevo consejo de administración, un mero formalismo porque en la práctica todo continúa tal y como estaba. Así, los nuevos integrantes del consejo, que en realidad no son nuevos porque siguen los que estaban, son Manuel Vizcaíno, presidente de la entidad, Martín José García Marichal y Jorge Cobo.