Lo ocurrido sobre el césped del Ramón de Carranza el 18 de noviembre de 1984 no lo ha olvidado ninguno de los miles de cadistas que asistieron a una de las más completas exhibiciones de juego ofensivo y goles que haya ofrecido jamás un equipo del Cádiz a lo largo de la historia.

El cuadro amarillo, entrenado por Benito Joanet, llegaba a aquella 12ª jornada de Segunda División A como líder, empatado a puntos con Las Palmas. El partidazo realizado por los anfitriones fue de los que hacen época y como fruto de ello se cosechó una goleada impresionante.

El adversario de turno, un Deportivo de La Coruña con Arsenio Iglesias en el banquillo, regresó a tierras gallegas con un 7-2 adverso que lógicamente dolió una barbaridad a los visitantes a pesar de que las crónicas del día siguiente reflejaron que los blanquiazules no dejaron una pobre imagen sino que siempre dieron la cara, culpando los periodistas de que el marcador fuera tan abultado a un Cádiz tocado por una varita mágica, en tal estado de gracia que aquel día hubiera arrasado a cualquier conjunto que se le hubiera puesto delante.

El descanso se alcanzó con un mínimo 1-0 gracias a un tanto logrado por Mágico González, pero lo del segundo periodo sirvió para batir todo tipo de récords. Las dos dianas de los coruñeses se quedaron en prácticamente nada comparadas con la media docena que se repartieron a partes iguales los hermanos Mejías, Salvi y Pepe. Vaya trío de goleadores, con calidad y dinamita para dar y regalar.

Este sábado, también contra el Dépor pero 34 años después, habrá que conformarse con mucho menos porque repetir tal espectáculo es algo que se antoja imposible de por vida.

Desde entonces, el Cádiz nunca ha marcado más de seis goles en un partido de Liga, pero es que con anterioridad solo lo había hecho en siete ocasiones: 7-0 al Cartagena (Segunda 41/42), 7-1 al Calavera (Tercera 47/48), 9-1 al Español de Tetuán (Tercera 51/52), 13-0 a la Sevillana de Tánger (Tercera 53/54), 7-1 al Utrera (Tercera 54/55), 7-0 al Don Benito (Tercera 54/55) y 7-4 al Eldense (Segunda 56/57).