Se cumplen 38 años de la llegada de Jorge Alberto González Barillas, Mágico González. Hace 38 años el reconocido por muchos como el mejor jugador que ha vestido la elástica amarilla acudió a Cádiz para firmar su primer contrato con el equipo, el Cádiz CF, que le marcó como futbolista y persona.

Agonizaba el mes de julio de 1982, apenas dos semanas después de haber acabado el Mundial de España, y el astro salvadoreño llegaba a la sede del club para poner la rúbrica que confirmaba su fichaje por el Cádiz.Además de su agente, el presidente Manuel Irigoyen fue testigo del momento, del día y la hora en que comenzó la magia más recordada en el Carranza. Aquella temporada 1982-83 fue la primera de Mágico de amarillo y haciendo diabluras por los campos de España. El Mundial de España, al que llegó de manera milagrosa la selección salvadoreña, fue la rampa de lanzamiento para que un joven Jorge hiciera las maletas por primera vez para abandonar su humilde hogar.

Hace 38 años Irigoyen hizo lo posible y lo imposible por ganar la carrera para llevarse al atacante. Durante muchos años el inolvidable presidente lo disfrutó pero también lo sufrió por su exceso en la otra vida alejado del césped.

El mes de julio de 1982 prácticamente se despedía mientras una ciudad, la Tacita, daba la bienvenida a un pedazo de futbolista que fue ídolo de masas y que dejó huella en la mejor etapa del club cadista; los años gloriosos en Primera División.

Recientemente los reconocimientos han marcado la última visita del salvadoreño a la capital gaditana, donde fue homenajeado y se descubrió una puerta a su nombre en el estadio Ramón de Carranza. Una manera de tener siempre presente a Mágico González.