Pretemporada

El Cádiz empata en La Línea y guarda más de lo que enseña

  • Espinosa adelanta al equipo amarillo y Migue Montes nivela la balanza antes del intermedio

La Balona y el Cádiz firmaron tablas en el partido amistoso disputado anoche en el Municipal de La Línea. Un empate que puede considerarse justo, aunque los locales tutearon al conjunto amarillo y no hubiera sido un disparate que hubiesen firmado una nueva victoria, como cinco días atrás en el Trofeo de la Sal disputado en San Fernando.

En la puesta de largo de la Balona ante su afición volvieron a lucir los pequeñines, que están dando salsa a esta pretemporada. Ñito aportó mucho sentido al juego y otro canterano, Palmero, se mostró solvente en el centro de la zaga en la segunda mitad, pero sobre todo fue la noche de Chico Rubio, que con varias fintas y salidas en velocidad se ganó los mayores aplausos de una afición que cada vez parece convencerse más de que estos chavales no sólo valen para jugar los bolos con equipos de categorías inferiores.

Durante el primer tiempo fue la Balompédica la que intentó hacer más cosas. Tuvo más tiempo el balón y estuvo más tiempo en la mitad del campo contrario. Mostró hechuras y mereció irse por delante en el marcador, pero a a este Cádiz galáctico le pasa lo que a todos los buenos equipos. Que necesita muy poco para hacer gol. Tan poco que anotó en su único acercamiento al marco de Mateo. En una excelente internada de Juan Villar por el costado diestro del ataque que, bien es cierto, llegó precedida de una clamorosa falta en el control que el árbitro algecireño Fernández Arjona ignoró. El centro del banda derecho, medido al segundo palo, cogió descolocado a Alberto Merino, improvisado lateral por culpa de una sobrecarga de Manu Martínez, y Juanma apenas tuvo que esforzarse para anotar a puerta vacía.

Además de esta obligada variante del veterano Alberto Merino en la retaguardia, Escobar colocó a Juampe como segunda punta durante muchos minutos. Un recurso que ya ha manejado antes en otros amistosos y que no parece dar mal resultado. Más tarde el tarifeño oficiaría de medio centro.

El tanto no descompuso al conjunto de Rafa Escobar, que tuvo en Ñito a un certero director de operaciones. Le falta soltarse, pero cada vez enseña más el enorme jugador que lleva dentro. La Balona tenía el esférico pero no encontraba la vía de acceso a las inmediaciones de Alonso porque el Cádiz estaba plantado en el césped como si ya estuviese en mitad de noviembre. Puede que no deslumbrase, que es lo que se espera de un equipo con esa plantilla, pero es cierto que plantado en el campo está como lo que se presume que es, un equipazo. Lo demás irá llegando. Seguro.

Poco a poco la Balona fue acusando el esfuerzo del altísimo ritmo que había impuesto al juego y el Cádiz empezó a tomar más protagonismo, con un Mantecón que todo lo que hizo, lo hizo con acierto. Como había sucedido con el 0-1, fue precisamente cuando mejor jugaba el equipo de Carranza cuando marcó la Balona. Una falta lateral botada con precisión por José Ramón que Migue Montes cabeceó aprovechando una pasividad alarmante de la retaguardia amarilla. El 'nueve' sigue sumando goles y ganándose a pulso el respaldo de los incondicionales.

La segunda entrega, como suele suceder en estos duelos estivales, estaba más equilibrada y aburrida por aquello de las continuas rotaciones. Los dos equipos se asomaron una vez al área contraria pero tampoco con excesivo peligro. El Cádiz da la sensación de tener más de lo que enseña. De estar guardándose cosas y aunque puede ser cierto que Calderón combina a sus hombres, tiene mucho mérito que la Balona sea capaz de maniatar a una escuadra con ese arsenal, sean los que sean los que estén sobre el césped.

El duelo caminaba ya en ese proceso que invita al bostezo cuando apareció Chico Rubio. Tres cositas y la grada de vino arriba. Sencillamente juega muy bonito. Y el fútbol está concebido para divertirse.

Al final empate a uno y apretón de manos entre los dos entrenadores. Nadie salió perdiendo de este ensayo, pero a la Balona se le queda una sonrisa más grande.

El Cádiz regresó a Montecastillo para continuar la concentración, que se prolongará hasta el sábado.

Balona: Mateo (Álvaro, 81'), A. Merino (Aarón, 75'), Olmo (Palmero, 63'), C. Guerra (Joe, 45'), Javi Gallardo (Dani Gallardo, 63'), Juampe (Chico Rubio, 57'), Ñito (Blas, 45'), Ismael Chico, Óscar Martín; José Ramón (Caballero, 63') y Migue Montes (Copi, 45').

Cádiz: Alonso, Óscar Rubio, Tomás, Servando, Arregi, Garrido, Juan Villar (Kike Márquez, 75)', Mantecón (Navarrete, 68'), Jona (Migue García, 45'), Fran Machado (Kike López, 68') y Espinosa (Galindo, 75').

Goles: 0-1 (11') Espinosa. 1-1 (39') Migue Montes. Árbitro: Fernández Arjona (Algeciras). Incidencias: Unos 800 espectadores.

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