Cádiz CF

Premio a una extensa carrera con lo mejor al final

  • Cifuentes disfruta de una segunda juventud en el equipo en el que ha podido explotar, más que nunca, todas sus virtudes

Alberto Cifuentes, durante el partido de esta temporada en Los Pajaritos.

Alberto Cifuentes, durante el partido de esta temporada en Los Pajaritos.

Cifuentes ha recogido este martes con la ampliación de su contrato hasta junio de 2020 el fruto del trabajo bien hecho, la merecida recompensa a un extensa carrera en la que ha dejado lo mejor para el final. Porque, en efecto, Alberto disfruta de una segunda juventud en el equipo en el que de verdad ha podido explotar, más que nunca, todas sus virtudes.

Nacido en Albacete el 29 de mayo de 1979, el portero manchego comenzó su carrera deportiva en el equipo de su tierra en 1998, aunque ese mismo año también actuó en el Quintanar del Rey, desde el que dio el salto al Dos Hermanas. En el año 2000 firmó con el Mallorca, al que perteneció durante cinco campañas, aunque una de ellas, la 2003-04, estuvo cedido en el Ciudad de Murcia. Tras finiquitar su periplo con el cuadro balear se incorporó al Rayo Vallecano, en el que estuvo dos años a los que siguieron otros dos en el Salamanca.

Ya metido en los 30 se comprometió con el Murcia, en el que militó hasta 2013, cuando viajó pocos kilómetros para defender el marco de La Hoya Lorca. En 2014 probó fortuna en el fútbol polaco, en las filas del Piast Gliwice, y un año después inició en la Tacita de Plata una aventura que a día de hoy mantiene vigente y que la que parece vivir una segunda juventud.

Como tocado por una varita mágica desde su llegada, disfrutó en su primera temporada en el Cádiz con el anhelado ascenso a Segunda tras un inolvidable play-off en el que encajósólo un gol en seis partidos. Su extraordinario rendimiento, como el de todo el bloque, le sirvió para conservar la titularidad en el regreso a la categoría de plata, una confianza de Cervera a la que respondió con otra notable campaña que concluyó con la disputa de la fase de ascenso cuando el objetivo era la permanencia.

Su tercera campaña de amarillo, la pasada, se saldó con otro gran curso a nivel colectivo y con reseñado Trofeo Zamora en el plano individual, y en la presente sigue siendo un fijo en el once, una referencia para sus compañeros y, cada día que pasa más, uno de los preferidos de la afición.

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